“Es un argumento común de los críticos modernos de La Iglesia de Jesucristo que José Smith nunca tuvo las planchas de oro que afirmó tener. Sin embargo, las evidencias del tiempo de José Smith sugieren una historia diferente.”
Permíteme comenzar con una conversación con la que podrías estar ligeramente familiarizado:
- Yo (con entusiasmo): “Sí, José Smith tradujo estas antiguas planchas de oro en lo que llamamos ¡El Libro de Mormón!”
- Ellos (inquisitivamente): “¡Qué genial! ¿Puedo ver una foto de las planchas? O, ¿Tengo que ir a Utah para verlas?”
- Yo (de forma realista): “En verdad, no hay ninguna foto y tampoco se encuentran en exhibición en Utah.”
- Ellos (confusos): “Entonces, ¿nunca las has visto?”
- Yo (con menos entusiasmo): “Umm, no. Dios le dio el mandamiento a José Smith de mantenerlas en privado. Sin embargo, una docena de personas más o menos las vieron.
- Ellos (con desconfianza): “Bueno, ¿Dónde están las planchas de oro ahora?”
- Yo (sonriendo con pena): “El ángel que le dio las planchas de oro a José Smith se las llevó después de que José Smith terminó de traducirlas.”
- Ellos (incrédulamente): “Oh… qué… conveniente. ¿Por qué lo hizo?”
- Yo (golpeándome): “Eh… porque José Smith ¿ya no las necesitaba? ¿Moroni las quería para su estante de libros? No tengo idea.”
Este articulo (metiéndose en la conversación): “Bueno, ¡déjame contarte!”
Cosas que debes saber
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Intentos de robo
Es un argumento común de los críticos modernos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que José Smith nunca tuvo las planchas de oro que afirmó tener. Sin embargo, las evidencias del tiempo de José Smith sugieren una historia diferente. Las personas estaban convencidas de que él las tenía. Múltiples asaltantes lo atacaron inmediatamente después de recuperar las planchas de oro por primera vez.
No sería la última ocasión en que las personas, incluso muchedumbres armadas, intentaran quitárselas. José Smith las escondió en todos los lugares que pudo: en un baúl, un barril de frijoles, debajo de mantas, en los hogares, el piso de una tienda de barriles e incluso, en las vigas de la tienda, para mantenerlas a salvo de las personas decididas a conseguirlas. Mantener las planchas de oro a salvo era un desafío que finalmente, exigió que José Smith y su esposa, Emma, se mudaran de Palmyra, Nueva York a Harmony, Pennsylvania.
La composición de las planchas
Aproximadamente la mitad o dos tercios de la cantidad total de las planchas de oro se sellaron juntas. Estaban “unidas de una forma tan firme que era imposible separarlas,” según David Whitmer. Esta porción sellada del Libro de Mormón incluso puede haber sido encapsulada físicamente para mantenerla a salvo de los ojos errantes.
La porción sellada contiene una descripción de lo que Dios reveló al hermano de Jared, como Moroni registró en Ether 4:4–7,
He aquí, he escrito sobre estas planchas las mismas cosas que vio el hermano de Jared; y jamás se manifestaron cosas mayores que las que le fueron mostradas al hermano de Jared.
Por tanto, el Señor me ha mandado que las escriba; y las he escrito. Y me mandó que las sellara; y también me ha mandado que selle su interpretación; así que he sellado los intérpretes, de acuerdo con el mandamiento del Señor.
Porque el Señor me dijo: No irán a los gentiles sino hasta el día en que se arrepientan de su iniquidad, y se vuelvan puros ante el Señor.
Y el día en que ejerzan la fe en mí, dice el Señor, así como lo hizo el hermano de Jared, para que se santifiquen en mí, entonces les manifestaré las cosas que vio el hermano de Jared, aun hasta desplegar ante ellos todas mis revelaciones, dice Jesucristo, el Hijo de Dios, el Padre de los cielos y de la tierra, y de todas las cosas que en ellos hay.
Entonces, ¿Por qué Moroni se llevó las planchas que le entregó a José Smith?
Bien, en este punto del artículo, por lo menos dos cosas deben estar claras. Primero: Mientras José Smith tenía las planchas de oro, estaban constantemente en riesgo. Segundo: La porción sellada de las planchas de oro poseía un contenido sumamente sagrado e importante que el Señor prometió revelar en el futuro.
La razón por la que Moroni se llevó las planchas de oro que le entregó a José Smith sorprendentemente se encuentra en el Libro de Mormón. Se profetizó que sucedería en 2 Nefi 27:19–22, mucho antes de que se descubriera el registro del hermano de Jared.
Por tanto, acontecerá que el Señor Dios de nuevo entregará el libro y las palabras que contiene al que no es instruido, el cual dirá: No soy instruido.
Entonces el Señor Dios le dirá: Los instruidos no las leerán porque las han rechazado, y yo puedo efectuar mi propia obra; por tanto, tú leerás las palabras que yo te daré.
No toques las cosas que están selladas, pues las manifestaré en mi propio y debido tiempo; porque mostraré a los hijos de los hombres que puedo ejecutar mi propia obra.
Por tanto, cuando hayas leído las palabras que te he mandado, y obtenido los testigos que te he prometido, entonces sellarás otra vez el libro, y lo esconderás para mis propósitos, a fin de que yo preserve las palabras que no has leído, hasta que en mi propia sabiduría me parezca oportuno revelar todas las cosas a los hijos de los hombres.
Ahí lo tenemos. El mismo Nefi profetiza que al hombre que heredara el Libro de Mormón en los últimos días, José Smith, se le exigiría devolver el registro a manos divinas para asegurar la preservación de la porción sellada de las planchas. Podrías darte cuenta de que Nefi reitera la promesa hecha en Éter:
Lo que se encuentra en la porción sellada se revelará un día. En otras palabras, las planchas de oro solo se pueden recuperar para la segunda venida en algún momento del futuro. Si eso sucederá en nuestra vida o no, quién sabe. Sin embargo, sí existe algo en lo que podemos confiar, me refiero a las promesas del Señor.
El día llegará cuando con esperanza tú y yo, en esta vida o la siguiente, demos vuelta a las páginas de la porción sellada y leamos atentamente algunos de los misterios de las eternidades.
Artículo originalmente escrito por David Snell y publicado en mormonhub.com con el título “Book of Mormon Prophecy Reveals Why Moroni Took the Golden Plates Back From Joseph Smith.”