Desarrollar el respeto mutuo en el matrimonio
Creo que la mayoría de los divorcios (tal vez todos) podrían evitarse si hubiera respeto mutuo entre los esposos. El 15° presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones), Gordon B. Hinckley enseñó:
Hermanos, traten a su esposa con amor, con respeto y con amabilidad. Esposas , traten a su marido con amor, con respeto y con amabilidad. “. . .
“Bajo el plan del Evangelio, el matrimonio es una pareja de compañeros, siendo ambas partes iguales. Andamos juntos con respeto, gratitud y amor el uno por el otro. No debe existir la inferioridad ni la superioridad entre marido y mujer dentro del plan del Señor”. (Gordon B. Hinckley,Enseñanzas de Gordon B. Hinckley[1997], 209, 322.)
Si no respetamos a nuestro cónyuge, ¿cómo podemos esperar tener un matrimonio feliz? Todos somos hijos de Dios, merecemos respeto. Todos cometemos errores, pero todos merecemos ser perdonados. De hecho, se nos manda a perdonar. El respeto, como el amor, crece con el tiempo y la paciencia. El respeto se nutre. Es mutuo.
Cada noche, cuando haga su oración, piense en una cosa que admire de su cónyuge. Escríbalo en su diario o en una hoja de papel sobre su mesa de noche. Añada algo a esa lista todos los días. No pasará mucho tiempo antes de que usted tenga el impulso a escribir más de una cosa por día. A medida que pase la semana, revise la lista y luego actúe en base a ella. Muestre su aprecio por su cónyuge. Usted se sorprenderá de lo rápido que se devuelve el respeto y la admiración. También será iluminado por la cantidad de cualidades de su pareja que usted había pasado por alto anteriormente.
El matrimonio no es fácil, sobre todo después de tener hijos. Es algo que requiere de atención y cariño constantes. Si usted no puede pensar en algo que le guste de su cónyuge ahora, espere una hora y relájese. Luego recuerde por qué se casó con esa persona en primer lugar. Dele un vistazo a sus álbumes de fotos, vuelva a leer las entradas del diario, visite los lugares en los que tienen recuerdos, lo que sea para ablandar su corazón para que pueda olvidar las cosas malas y recordar las cosas buenas.
Su matrimonio vale la pena el esfuerzo. A medida que se desarrolla el respeto mutuo, se profundiza el amor, la paciencia se ensancha, la comunicación surge, la amistad florece, y la felicidad abunda.
Matrimonio
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A veces, cuando me siento frustrada con mi esposo, me transporto a algunos de los momentos más difíciles de nuestra vida juntos, las cosas duras por las que trabajamos juntos. Recuerdo nuestro primer hijo nacido en la UCIN (Cuidados Intensivos) luchando por su vida, algo que volveríamos a pasar dos veces más. Me acuerdo de un aborto involuntario. Recuerdo la muerte de mi hijastro cuando tenía sólo 35 años de edad. Recuerdo que atravesamos todo eso juntos. No importa cuán fastidiada esté con él, cuando me acuerdo de esos momentos de ternura, la ira se desvanece.
La ira y la frustración son reemplazados por los recuerdos del consuelo y amor que he recibido de él en los días realmente muy duros. Mis ojos se llenan de lágrimas al recordarlo caminando por los pasillos con un niño enfermo cuando yo estaba demasiado agotada como para moverme. Quedo llena de amor al recordar a mi madre diciéndome cómo él había llorado en el teléfono cuando llamó a mis padres para decirles que yo había abortado. Mi corazón se ablanda cuando recuerdo su toque suave cuando mi padre falleció. De repente, la última frustración del día no parece tener más importancia. El olor a palomitas quemadas se disipará, las huellas dactilares en las paredes se lavarán, el barro en la alfombra se secará y será aspirado, la discusión sobre si en verdad escuché un ruido extraño en el motor del auto será olvidada. Lo que quedará en mi corazón es el mejor momento de todos los días cuando me acurruco junto a él en la cama y me siento a salvo del mundo.
Desarrollar el respeto por su cónyuge es simplemente esto: Vivir su vida juntos como un equipo y hacer que los recuerdos regresen cuando la vida parece darnos una bofetada en la cara. Podemos optar por recordar las quisquillosas frustraciones acerca de nuestro cónyuge, o podemos optar por recordar cuando nuestra pareja nos acompañó a través de los momentos difíciles de la vida. Si optamos por esto último, habrá un montón de respeto para todos.