Durante la Conferencia General de abril de 2020, el presidente Russell M. Nelson anunció los planes para la edificación de un templo en Dubái.
Esta noticia llenó de gozo a los Santos del Medio Oriente que tienen que viajar a otros países para visitar un templo.
Hoy compartiremos el testimonio de dos jóvenes que viven en los Emiratos Árabes Unidos y se sienten bendecidos por la noticia de este nuevo templo. ¡Veamos!
Saajan, Dubái
Saajan, de doce años, nació en la India y después de que sus padres se divorciaron, se mudó con su madre a los Emiratos Árabes.
Su madre es una mujer trabajadora, que tiene mucha fe y ama el templo. Ese ejemplo, también sembró en Saajan un inmenso amor por el templo.
Ambos tienen la meta de visitar este edificio cuando termine de construirse.
La mamá y la abuela de Saajan se unieron a la Iglesia en la India unos años antes de que él naciera. Leyeron el Libro de Mormón y supieron que era la respuesta a sus oraciones.
Así fue como Saajan comenzó a ir a la Iglesia desde que era niño y se bautizó con la autorización de su padre.
Ahora, como parte de su preparación para entrar al templo, Saajan reparte la Santa Cena y ha recibido una recomendación para el templo a fin de ser digno de visitarlo y hacer la obra por sus antepasados.
“Cuando escuché que anunciaban el templo, sentí personalmente que era para mí. Fue una respuesta a nuestras oraciones. ¡Me sorprendió porque lo están construyendo justo donde vivimos! Podré tomar un tren directamente al templo e ir tan a menudo como lo desee. Asimismo, estoy entusiasmado por el Templo de Bangalore, India, que mis abuelos podrán visitar”, dijo Saajan.
Gwen, Catar
Gwen tiene 18 años y reside en Catar con sus padres.
Ella tuvo una hermosa experiencia con el templo.
En marzo de 2020, antes de realizar un viaje con los jóvenes de su barrio al Templo de Kiev, Ucrania, se dedicó a buscar nombres de sus antepasados para llevarlos al templo y encontró 200. ¡Ella se sentía muy emocionada!
Cuando el avión de Gwen aterrizó en Ucrania, se empezó a hablar mucho sobre la propagación del COVID-19. Sin embargo, gracias a la ayuda del cielo, llegaron al templo y pudieron efectuar bautismos por sus antepasados.
“Hubo un milagro tras milagro y tras milagro. En nuestro viaje al templo, me preocupaba la pandemia; pero en el templo sentí mucha paz y consuelo, y pudimos volar de regreso a Catar justo antes de que se cerraran las fronteras”, dijo Gwen.
En ese entonces, la mamá de Gwen había viajado a Estados Unidos a visitar a su hermano y no pudo regresar a Catar porque se cerraron las fronteras.
El papá de Gwen contrajo COVID-19 y se sentía muy débil. Gwen y su padre fueron puestos en cuarentena.
Gwen se sentía muy angustiada por la situación. No obstante, encontró consuelo en las reuniones de la Iglesia en línea y sintió que los antepasados por los que había hecho la obra en el templo la estaban acompañando en este momento difícil.
“Sentía que las personas cuyos nombres habíamos llevado al templo estaban conmigo y con mi padre. Dejé de sentirme sola. Fue una tierna experiencia. Visitar el templo antes de la pandemia fue una gran bendición”, comentó.
Después de su viaje a Ucrania, Gwen se enteró de que se construiría un templo en Dubái. Ella se emocionó mucho y pensó que sería una gran bendición para las personas de su región.
“Sé que hay personas en mi región que no pueden costearse volar a otro templo en Europa. Han estado esperando para ser selladas como familias eternas. Esto me demuestra que el recogimiento realmente está sucediendo; estamos preparando el camino para que Cristo venga de nuevo”.
Las bendiciones del templo
Una cosa que Gwen y Saajan tienen en común es que el templo ya está bendiciendo sus vidas. El presidente Nelson ha dicho:
“… Los templos son un elemento supremo de la restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo. Dios, en Su bondad y generosidad, está llevando las bendiciones del templo más cerca de Sus hijos en todas partes”.
Fuente: churchofjesuschrist.org