Jennifer Reeder, especialista en historia de las mujeres del Departamento de Historia de la Iglesia, investigó la vida Emma Smith y escribió un libro al respecto.
Aquí compartimos algunos detalles de su investigación:
1. Emma al igual que José Smith oró en una arboleda cuando solo tenía 7 u 8 años
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Desde pequeña, Emma fue una persona de fe. Tal vez, te sorprenda saber que, al igual que José Smith, Emma tuvo una experiencia profunda al orar en una arboleda cuando solo tenía 7 u 8 años.
Aunque no vio al Padre Celestial ni a Jesucristo, pudo ser más receptiva a creer en la experiencia de José, explicó Reeder.
2. La educación de Emma le dio la confianza a José Smith para aprender acerca de las Escrituras
La historiadora compartió cómo José y Emma Smith se complementaban en su matrimonio.
Reeder describió cómo la educación de Emma le dio la seguridad a José Smith para aprender sobre las Escrituras.
Emma le enseñó a José cómo pronunciar “Saríah” y afirmó que había muros alrededor de Jerusalén cuando a su esposo le surgió esa pregunta.
Asimismo, Emma se hizo cargo de los asuntos financieros cuando José se encontraba fuera de la ciudad.
3. El matrimonio plural fue muy difícil de entender para Emma Smith
El matrimonio plural fue un aspecto difícil de entender tanto para Emma Smith como para los Santos en la actualidad.
De hecho, es un tema con el que la misma historiadora de la Iglesia tuvo desafíos. No había muchos registros contemporáneos a los que pudiera hacer referencia en su investigación.
“A José Smith se le dijo que esta práctica tenía que ser confidencial, secreta o sagrada.
Además, las personas que escribieron al respecto, lo hicieron en código, por lo que es un poco difícil juntar esas piezas.
Sin embargo, sí sé esto: Emma fue una parte integral en los procesos de pensamiento y desarrollo de ideas de José, y sus chispas de revelación.
Realmente creo que esto provino de la comprensión del convenio abrahámico y la casa de Israel.
Pienso que este problema surgió debido a los chismes.
Debido a que supuestamente se mantuvo confidencial, las piezas saldrían aquí y allá como sucedería en algún lugar de cualquier ciudad, barrio o congregación”, dijo Reeder.
4. José Smith le dijo a Emma que escribiera una bendición para sí misma y él la firmaría
Cuando José Smith se fue a Carthage, Emma le pidió una bendición.
Aunque el profeta no tuvo tiempo para dársela, le dijo que escribiera una bendición y se la firmaría.
Reeder relata parte de esa bendición, donde, entre otras cosas, Emma escribió:
“Deseo con todo mi corazón honrar y respetar a mi esposo para vivir en su confianza al actuar al unísono con él”.
5. En la Sección 25 de Doctrina y Convenios se registra una revelación del Señor a Emma Smith
Emma Smith continuó con su vida a pesar de las pruebas difíciles que tuvo que pasar. Probablemente, eso se debió a sus convenios, dijo Reeder.
“Pienso que lo que la ayudó a seguir adelante, fueron sus convenios. Realmente pienso eso.
Me encanta leer la Sección 25 [de Doctrina y Convenios], que es una revelación que el Señor le hizo a Emma poco después de su bautismo y antes de su confirmación.
Era un tiempo de gran persecución y no pudieron confirmarla inmediatamente después de su bautismo.
En su revelación, el Señor hace referencia a su bautismo y dice que ella es Su hija. La llama por su nombre y le dice que tendrá parte de Su herencia.
Al final de la sección, Él dice que Emma tendrá una corona de rectitud si deja de lado las cosas del mundo y se ciñe a sus convenios”, dijo Reeder.
6. José Smith, padre, le entregó su bendición patriarcal a Emma Smith
Después de recibir la revelación de la Sección 25 de Doctrina y Convenios, Emma recibió su bendición patriarcal por parte de José Smith, padre, que incluyó más promesas basadas en la revelación mencionada.
7. Una enfermera registró un sueño que Emma tuvo unos días antes de morir
La muerte de Emma Smith también demostró lo que le esperaba en la siguiente vida.
“Unos días antes de que Emma muriera, una enfermera registró un sueño que tuvo.
En el sueño, José vino a buscarla y la llevó a una hermosa mansión.
Dentro de la mansión había una guardería y una cuna en cuyo interior había un bebé. Era su hijo Don Carlos, que había muerto en 1841 en Nauvoo, a la edad de 14 meses. Emma estaba muy emocionada.
Emma levantó a su bebé, lo abrazó y dijo: ‘José, y ¿los demás?’, él dijo: ‘Tendrás a todos y cada uno de ellos’. Luego, se dio la vuelta y vio al Salvador Jesucristo, que creo que es algo muy hermoso”, dijo Reeder.
8. Emma Smith dedicó su vida al Evangelio y a amar a su esposo
Era 1879, habían pasado décadas desde que los Santos se fueron al oeste con Brigham Young. Sin embargo, ese periodo, dice mucho sobre la dedicación de Emma Smith al Evangelio y su amor por su esposo, continuó Reeder.
“Creo que este sueño muestra la redención de Emma Smith.
De hecho, ella se ciñó a sus convenios y fue fiel a José, sus hijos y su comprensión de quién era Dios.
Las últimas palabras que Emma pronunció antes de morir fueron: ‘José, José, José’.
Creo que eso indica que José vino por ella y que seguían compartiendo una hermosa relación, a pesar de sus desafíos y sus sentimientos de incomprensión o falta de comunicación, y que se perdonaron y se amaron mucho”.
Fuente: LDS Living