Antes de que exista el sistema de desagüe y tuberías, la estrategia de un hombre para escaparse de su casa y reunirse con sus amigos para una noche de acoso y caos era fingir enfermedad y pasar la noche en el retrete.
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Una vez afuera, los hombres se ponían la ropa que escondían y se reunían en una fábrica de ladrillos en las afueras de la ciudad.
Ese fue el caso la noche del 24 de marzo de 1832, cuando una turba de 60 hombres intentó castrar y envenenar al profeta José Smith antes de aplicarle brea caliente y cubrirlo de plumas, dijo Susan Easton Black, profesora emérita de Doctrina e Historia de la Iglesia de la Universidad Brigham Young.
Sussan Black
“En el funeral de Symonds Ryder (en 1870), su hijo Hartwell Ryder habló un poco de su padre… Luego dijo: ‘En los libros de la Iglesia Mormona en Utah, dice que Symonds Ryder dirigió la aplicación de la brea caliente y plumas a José Smith’, dijo Black a su gran audiencia en una habitación del Centro de Estudios Wilkinson. Hartwell dijo: ‘Recuerdo bien esa noche. Mi padre estaba extremadamente enfermo y pasó la noche en la letrina'”.
El lunes, como parte de la Semana de Educación de BYU, Sussan Black pronunció sus comentarios en su charla “Una nueva profundidad de furia y enojo: La brea untada y las plumas pegadas a José Smith.”
“Me pidieron que brindara algunos detalles sobre la vida de José Smith en relación con su experiencia al ser untado de brea y emplumado. Así que mi deseo es enseñarles algunas cosas nuevas.”
Unirse y dejar la fe
Antes de hablar sobre el evento violento, Sussan Black explicó algunos eventos clave que condujeron a fatídico momento.
Después de llegar a Kirtland, Ohio, en la primavera de 1831, la esposa de José Smith, Emma, perdió gemelos en el parto. Al mismo tiempo, otra mujer Santos de los Últimos Días, la esposa de John Murdock, murió mientras daba a luz a gemelos. John Murdock permitió que los Smith criaran a sus bebés, compartió Sussan Black.
En mayo de 1831, José Smith estaba trabajando en una traducción de la Biblia, pero el progreso fue lento debido a una gran cantidad de visitantes. Durante una visita, José Smith usó el sacerdocio para sanar el brazo de Elsa Johnson, lo que resultó en los bautismos de Elsa Johnson, John Johnson y un ministro metodista llamado Ezra Booth.
Como nuevo miembro de la fe, Ezra Booth comenzó a predicar el evangelio en Hiram, Ohio. Al hablar con una congregación de Campbellite, Booth conoció a Symonds Ryder, que vivía al otro lado de la calle de John Johnson.
Ryder fue con entusiasmo a Kirtland, conoció a José Smith y se bautizó. Le preguntó al Profeta qué quería el Señor que hiciera. Ir a una misión fue la respuesta. Ryder solicitó un certificado misional del Profeta y José escribió erróneamente “I” en lugar de “Y”, lo que no le pareció bien a Ryder.
Ryder rompió el certificado y le dijo a José que si no podía deletrear su nombre correctamente no era un Profeta, comentó Black.
“Me siento mal por decir algo contra el Profeta José, pero él realmente pudo haber usado un corrector ortográfico en este caso”, dijo Black, lo que provocó la risa de los presentes. “Y lo gracioso es que el nombre de Symonds Ryder todavía está mal escrito en Doctrina y Convenios. Estoy segura de que el hombre nunca lo superará.”
Un plan para detener a los santos
Pasó el tiempo y John Johnson invitó a José y Emma Smith a quedarse en su casa en Hiram, a 48 kilómetros de Kirtland, para poder concentrarse más en la traducción de la Biblia. Sidney Rigdon se unió a ellos para ayudar con la traducción.
Cuando los Santos de los Últimos Días descubrieron que José Smith se había mudado a 48 kilómetros de distancia, algunos lo siguieron y le preguntaron a John Johnson si podían construir una cabaña de troncos o establecerse en sus 141 hectáreas de propiedad, dijo Black.
“El resultado fue que ahí estaba Symonds Ryder, al otro lado de la calle. Cuando Symonds Ryder mira al otro lado de la calle, ¿qué es lo que ve? Cabañas construidas improvisadamente.”
En lugar de llevar un obsequio de bienvenida a la familia Smith, Ryder comenzó a atacar a José y a Sidney Rigdon a través de un periódico local, dijo Black.
Al mismo tiempo, comenzaron a circular rumores de que Hiram, Ohio, sería el nuevo lugar de reunión de los Santos, que la casa de Johnson serviría como sede de la Iglesia, y que había planes para construir un templo en Hiram, dijo Black.
“Entonces la pregunta es ¿cómo se detiene eso? No había leyes en ese momento. Una forma de detenerlo era permitir que el populacho predominara”.
Un intento de asesinar al Profeta
El martirio de José Smith
Escapando de sus letrinas, Black comentó que una multitud de 60 hombres se reunieron en la fábrica de ladrillos el 24 de marzo de 1832. Se pasaron un cubo de pintura negra y entonaron una canción antes de dirigirse a la casa de John Johnson, dijo Black.
Una vez allí, 12 hombres irrumpieron por la puerta y se acercaron a José. Un hombre tiró del cabello de Joseph con tanta fuerza que le arrancó parte del cuero cabelludo. Cuando otro hombre agarró su pierna derecha, José lo envió fuera de la puerta con una patada en la cara. Aun así, José fue maltratado y llevado de la casa.
En el camino para reunirse con el grupo más grande, José vio a Rigdon en el suelo con un charco de sangre alrededor de su cabeza. Se golpeó la cabeza con hielo mientras era sacado de una de las cabañas.
“Me perdonarás la vida, ¿no?” José Smith preguntó.
“Su respuesta fue ‘Llama a tu Dios en busca de ayuda porque no te daremos ninguna'”, dijo Black.
Con la intención de matarlo, José fue despojado de su ropa y llevado al Dr. Dennison, quien fue seleccionado para castrarlo, pero su mano comenzó a temblar.
“En otras palabras, ¿podría el médico realmente hacerlo? Al parecer no”, dijo Black.
José Smith untado de brea y plumas
El plan B era un vial de ácido nítrico. El doctor intentó metérselo en la boca, pero José apretó los dientes, y en la lucha, el diente delantero de Joseph y el siguiente se astillaron.
¿Ahora que? Tomaron el cubo de brea, que pudo haber pertenecido a Ryder, compartió Black.
“Fíjate cada vez que José está increíblemente herido o sufre, ¿quién lidera el ataque? Siempre es alguien que en algún momento anunció que era un Profeta, pero que ahora le da la espalda”, agregó Black.
La brea tiene sus raíces en Inglaterra en el siglo XII, donde los criminales fueron ahorcados, quemados en la hoguera o untados de brea. La brea llegó a América con los peregrinos en 1620, dijo Black.
Típicamente, la brea se calentaba y se vertía con una paleta en la garganta de una persona, donde se formaba una bola para sofocar a la víctima. Si deseabas burlarte del hombre y de lo que representaba, abrías una funda de almohada y lo emplumabas, dijo Black.
“Muy pocas personas en los Estados Unidos han sido alquitranadas y emplumadas. Uno de ellas fue el Profeta en 1832.”
En ese punto, José y no tenía fuerza. Estaba embreado y emplumado y parecía muerto. Alguien dijo las palabras: “Los mormones están llegando”, y la muchedumbre dispersó, comentó Black.
José recuperó la conciencia y quitó la bola de brea de su boca. Eventualmente regresó a la casa de Johnson donde Emma lo vio y se desmayó porque pensó que estaba cubierto de sangre, compartió Black.
Mantenernos fieles a lo que creemos
Los amigos del Profeta pasaron la noche quitándole la brea de su cuerpo con cuchillos. Al día siguiente, José predicó un sermón y bautizó a tres personas, dijo Black.
Rigdon se recuperó, pero probablemente tuvo graves problemas emocionales y mentales, añadió Black.
Lamentablemente, el bebé de 11 meses, Joseph Murdock, murió por la exposición al frío durante la noche, comentó Black.
“¿Que podemos aprender de todo esto?” Black preguntó. “Creo que lo que aprendemos es que aquellos que ingresan a las aguas bautismales, como Symonds Ryder, se volvieron en contra del profeta. Si hay algún mensaje que quiero que tomen es que deben mantenerse fieles.”
Este artículo fue escrito originalmente por LDS Living Staff y y fue publicado por ldsliving.com bajo el título de “When a Mob Failed to Murder the Prophet Joseph Smith—Twice”
