Familiar de víctimas de la masacre en México se pronuncia al respecto
SALT LAKE CITY – El miércoles 6 de noviembre, los cadáveres de una madre y 4 niños que murieron en manos de unos mafiosos de un cártel de drogas llegaron en ataúdes a la casa de Kendra Miller en La Mora, México, para uno de los funerales que se realizaron para las 9 víctimas de la masacre a mano armada que provocó una inmensa atención internacional.
Kendra Miller, de 27 años, iba a celebrar su boda esta semana. Pero, en cambio, asistió a 2 servicios funerarios. Se despidió de 2 madres y 6 niños que fueron asesinados por quienes llamó “terroristas”.
Miller brindó una perspectiva desgarradora y personal del dolor que está viviendo la familia de los fallecidos. Asimismo, habló sobre el poder de su fe, las oraciones que se están haciendo por ellos y de lo que se viene para la familia que intenta seguir adelante.
“Sé que el mundo se aterrorizó y escandalizó por esta atrocidad. Sé que sus oraciones nos han fortalecido”, dijo Miller.
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Miller declaró que las 9 víctimas de la masacre no eran miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Asimismo, Miller habló acerca de Dios: “Él está con nosotros. Sinceramente, de manera personal, sé que la fuerza que he tenido proviene de Dios y todas las oraciones. Lo sentimos de esa manera. Sentimos el consuelo de las oraciones de las miles y miles de personas que han orado por nosotros. Sabemos de todas las personas de todo el mundo que están orando por nosotros”.
El hermano de Miller, Howard, perdió a su esposa, Rhonita, de 30 años, y 4 de sus 7 hijos: Howard Jr., de 12; Krystal, 10; y los gemelos de 8 meses, Titus y Tiana. Kendra Miller enfatizó que éste no fue un ataque provocado contra mujeres y niños valientes e inocentes que viajaban en caravana en 3 camionetas en una carretera remota en el norte de México.
Howard Miller está devastado y está considerando dejar La Mora, donde siempre ha vivido, y trasladarse a un lugar más seguro, probablemente los Estados Unidos. Todos los miembros de la familia tienen doble ciudadanía en los Estados Unidos y México.
La familia se sintió agradecida de que la policía y los militares mexicanos vigilaran las carreteras de la región para garantizar el paso seguro hacia los funerales. Sin embargo, todavía existe preocupación por lo que sucederá después de que se vayan.
Mientras tanto, su fe y el apoyo de las personas de todo el mundo los consuelan.
Mientras sus padres y su hermano Howard y otros están considerando irse de La Mora, Miller quiere que el mundo ayude a la familia a quedarse.
“¿Qué pasa si abandonamos a la gente en estas tres ciudades? Personalmente quiero seguir luchando por estas personas. Quiero aprovechar la atención de los medios de comunicación para decirles a los cárteles: ‘Su día de poder ha terminado. Ya terminaron’. Eso es lo que queremos. Por eso, pedimos la ayuda de los Estados Unidos”, dijo Miller.
Fuente: Deseret News