En un momento histórico, dos mujeres fueron llamadas a servir en el Comité de Asesoría Militar de la Iglesia de Jesucristo.
Este comité fue establecido por la Primera Presidencia durante la Segunda Guerra Mundial para brindar apoyo y ministrar a los Santos de los Últimos Días que pertenecen a las fuerzas armadas, capellanes (quienes ministran en un ambiente religioso plural sin comprometer sus propias creencias religiosas) y sus familias.
El Comité también asesora a los líderes de la Iglesia en lo que respecta asuntos militares y esta conformado por 11 miembros.
La teniente coronel del ejército Sonie Munson, jefa de operaciones de comunicación del Comando Norte de los Estados Unidos, y la hermana Andrea Wagenbach, que trabaja para el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, ahora formarán parte de los esfuerzos de este comité.
Todd Linton, director de la División de relaciones militares y servicios de capellanes, compartió para Church News:
“Para mí, [el hecho de] tener mayor diversidad en lo que respecta a experiencias, hace que el Comité de Asesoría Militar sea más fuerte y esté mejor capacitado para servir. Cuando analizamos la población del mundo y de la Iglesia, observamos que la mitad son mujeres. Me parece increíble que contemos con sus recomendaciones y su perspectiva en nuestro esfuerzo por servir y ministrar a otros en las fuerzas armadas”.
Según Church News, la noticia de la incorporación de estas dos mujeres al comité se produce meses después de que Jenna Carson, una misionera retornada y exalumna de la Facultad de Teología de Harvard se convirtiera en la primera capellana militar de la Iglesia de Jesucristo.
La teniente coronel Munson expresó que ser llamada a servir en el comité explica su misión en la vida.
“Pasé por muchas cosas, pero si puedo ayudar a alguien más, si puedo ayudar a los miembros en servicio o a sus familias o a los civiles a recibir el apoyo religioso que necesitan, entonces eso es lo que haré”.
Para la hermana Andrea Wagenbach, sus desafíos la han preparado para esta nueva etapa de su vida.
“Mi deseo es brindar la misma compasión y sabiduría que he visto como una miembro soltera en la Iglesia y poder compartir lo que he aprendido. He trabajado para el Departamento de Defensa toda mi vida y siento un profundo respeto por los hombres y mujeres de las fuerzas armadas”.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org