“No tengan miedo de tener hijos” exhortó el élder Jeffrey R. Holland del Cuórum de los Doce Apóstoles a decenas de matrimonios jóvenes en Perú, durante un devocional en el 2020.
“En el mundo están decreciendo el número de hijos que nacen y desafortunadamente también está ocurriendo en la Iglesia. En muchas cosas estamos mejor que en el mundo, pero en este aspecto, estamos igual que el mundo, yendo hacia abajo”, declaró el apóstol.
Los niños son la bendición de Dios para toda la eternidad
El élder Holland declaró con gran énfasis:
“Los niños son la bendición de Dios para toda la eternidad. Siéntanse totalmente capaces para tener los hijos que Dios les envíe…Ténganlos y ámenlos por la eternidad”.
Además, el élder Holland explicó que el tener hijos no puede depender del dinero o una casa. Él y su esposa explicaron que sus hijos son todo para ellos y es así como nosotros somos para el Señor: todo.
“Entonces, jamás tengan temor de ser padres”.
Por su parte, la hermana Patricia Holland explicó que al principio de su matrimonio tuvieron inconvenientes para tener hijos.
Ella le dijo al Señor: “Voy a hacer todo lo posible para tener hijos, si me bendices para tener niños, y finalmente ellos llegaron, tenemos tres, pero si nosotros hubiésemos postergado tener hijos es posible que nunca hubiésemos sido padres”.
“La parte más gloriosa del camino para ser dioses y diosas es tener hijos. Es aquí donde ustedes pueden poner en práctica la paciencia y el perdón”, declaró la hermana Holland.
Por su parte, el élder Holland explicó que no sabe si en el cielo habrán barrios y estacas, pero que si estará organizado por las familias.
Los esposos que oran juntos
“Si es que los esposos oran juntos no hay manera de que las cosas malas permanezcan en ellos porque están dispuestos a perdonar y con el Señor, los matrimonios pueden lograr todo”, declaró la hermana Holland.
Los templos nos permiten visualizar nuestro final feliz
El élder Holland también explicó sobre lo que pasa cuando los matrimonios asisten juntos al templo:
“Cuando ustedes asisten al templo, todas las cosas se ponen en perspectiva. Ustedes ven el principio, la mitad del camino y el final. Siempre tendrán un final feliz: En el que estarán abrazando a su Padre Celestial, estamos en su presencia y nuestro cónyuge viene con nosotros y también nuestros hijos. Ese es el final ‘felices por siempre’”.