5 cosas que la película “Soul” tienen en común con las enseñanzas de la vida preterrenal
“Soul”, el último éxito animado de Pixar, se estrenó en Disney+ el día 25 de diciembre y desde entonces, ha cautivado muchos.
Esta adorable película explora la vida de un profesor de música de secundaria, Joe Gardener, y su experiencia al morir de una manera repentina. Su viaje de regreso a la vida preterrenal es sumamente interesante.
Al comienzo de la película, Gardener fallece y su alma es enviada al “Gran Después” y lo único que él quiere es regresar a la tierra. En sus esfuerzos por escapar y regresar a casa, Gardener termina en el “Gran Antes” por accidente.
Allí se encuentra con nuevas almas, sin poder ir a la tierra, y se convierte en mentor de un alma particularmente compleja. Esta película me hizo reír y llorar y reflexionar sobre la vida y pienso que rápidamente se convertirá en un clásico de Pixar.
Aquí hay 5 cosas que la película “Soul” tiene de similar con las enseñanzas de la Iglesia en cuanto a la vida preterrenal.
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1. Hay un “Gran Antes”
¡Una de las cosas que más me gustó de la película es que reconocen que la vida preterrenal es real! Obviamente, no sabemos mucho sobre nuestra vida preterrenal, pero sabemos que existíamos antes de nuestra vida en la tierra.
Doctrina y Convenios 138: 56 dice:
“Aun antes de nacer, ellos, con muchos otros, recibieron sus primeras lecciones en el mundo de los espíritus, y fueron preparados para venir en el debido tiempo del Señor…”
Este versículo y muchos otros en nuestro compendio de escrituras afirman la existencia de la vida preterrenal. Es por eso que es una parte permanente de nuestra doctrina en el plan de salvación.
Si bien creemos en ella, muchas otras religiones cristianas no tienen una postura similar al respecto, por lo que el hecho de que haya sido tratada en una película de Pixar es asombroso.
2. Aprendimos cosas nuevas en el “Gran Antes”
En el Gran Antes se requiere que cada alma que un día nacerá desarrolle habilidades y aprenda cosas nuevas antes de recibir su “pase a la tierra”.
Sabemos que Dios nos preparó para venir a la tierra, así que aunque probablemente esto se vea muy diferente a la película, el sentimiento es el mismo. Aprender y crecer era necesario para nosotros en ese etapa y sigue siendo importante hoy en día.
Si bien creemos que lo que aprendimos estuvo más relacionado con el evangelio y sus enseñanzas que con cómo llegamos a ser seres humanos, este también es un punto correcto. Se nos pidió que aprendiéramos y progresáramos en nuestra vida preterrenal a fin de estar preparados para la vida en la tierra.
3. Todos desarrollamos personalidades en el “Gran Antes”
En el Gran Antes, las almitas aún no tienen nombre, por lo que son conocidas por sus números. También son como lienzos en blanco y aún no han sido moldeadas. Cada alma lleva un insignia en el pecho que indica las cosas que han aprendido o los atributos que han desarrollado. Una vez que adquieren las suficientes insignias, las almas obtienen un pase que usarán para ir a la tierra cuando estén listas.
Uno de los requisitos para obtener este pase implica que las almas deben pasar por diferentes pabellones de personalidad donde se les asignan diferentes personalidades.
Paul Abadilla, el director de arte de la película, dijo que cada pabellón está diseñado como una representación abstracta de un rasgo de personalidad.
En la película, la frase “por supuesto, o ¿crees que las personas nacen con ellas?” se dice en referencia a cómo las almitas reciben sus personalidades y, a decir verdad, nosotros creemos que llegamos a esta tierra con nuestras propias personalidades desarrolladas.
4. No recordamos el “Gran Antes”
El velo de la ignorancia, más conocido como el “velo del olvido”, también se menciona en esta película. Una vez que las almas dan el salto del Gran Antes a la tierra, olvidan las experiencias que tuvieron en sus vidas preterrenales.
En una edición de febrero de 2015 de la revista Liahona, el artículo “Lo que sabemos sobre la vida preterrenal” nos dice:
“Del mismo modo que no podemos recordar los primeros años de la vida terrenal, nuestros recuerdos de la vida preterrenal se han reprimido. Eso fue necesario para ayudarnos a andar por fe y prepararnos para llegar a ser semejantes a Él”.
Afortunadamente, algún día podremos recuperar estos recuerdos y puede que sea después de que dejemos esta vida. El élder Neal A. Maxwell dijo:
“Entre ‘todas las cosas [que] serán restauradas’, se encuentran los recuerdos, incluidos, eventualmente, nuestros recuerdos preterrenales”.
5. Venimos a la tierra para obtener un cuerpo
Una escena muy buena se da con un personaje le enseña a Joe que en la vida preterrenal las almas no pueden oler, saborear ni sentir. Ella le explica que la razón de esto es porque las almas no poseen un cuerpo.
Cuando Joe fallece al comienzo de la película, él es solo un alma sin cuerpo. No va a la luz del “Gran Después”, por lo que no estamos seguros de la perspectiva de Pixar en cuanto a la vida después de la muerte.
Dentro de la Iglesia, entendemos que uno de los únicos propósitos de venir a la tierra es obtener un cuerpo.
En general, esta película es adorable y te tocará el corazón de la manera tan especial y característica de las películas de Pixar. Incluso si el “Gran Antes” no es 100% exacto a lo que creemos que es la vida preterrenal, este fue un maravilloso vistazo al plan de Dios para nuestras vidas.
Este artículo fue escrito originalmente por Zoe Holyoak y fue publicado originalmente por thirdhour.org bajo el título “5 Things Pixar’s “Soul” Gets Right About Preterrenal Life”