¡Feliz día mujeres!: 5 formas en que ser mujer le da un propósito a tu vida
Hoy en el día de la mujer deseo hacerte recordar lo que significa ser una mujer Santo de los Últimos Días y cómo ello le da propósito a nuestra vida.
Para mí, ser una mujer Santo de los Últimos Días significa participar en una fe cuya doctrina defiende a las mujeres y enfatiza su influencia y poder únicos.
Ser mujer y ser miembro de la Iglesia de Jesucristo es parte integral de mi identidad general y me dirige en mi propósito aquí en la Tierra.
1. Mi propósito en mi comunidad religiosa
También te puede interesar: Sara, Rebeca y Lea: 3 mujeres poderosas del Antiguo testamento que fueron un gran ejemplo de fe
La Iglesia de Jesucristo es el hogar de la organización de mujeres más grande del mundo, la Sociedad de Socorro.
Según la Iglesia, el propósito de la Sociedad de Socorro es “preparar a las mujeres para las bendiciones de la vida eterna al ayudarlas a aumentar su fe y rectitud personal, fortalecer a las familias y los hogares, y brindar apoyo a los necesitados”.
La Sociedad de Socorro ofrece innumerables oportunidades para prestar servicio.
La Sociedad de Socorro se preocupa por establecer vínculos con otras mujeres a fin de evaluar sus necesidades temporales, espirituales, emocionales e incluso, a veces, físicas.
Es un honor para mí formar parte de la Sociedad Socorro donde puedo desarrollar mi capacidad para elevar a otras mujeres que pueden tener problemas. En esta organización he encontrado la oportunidad de desarrollar fortalezas que no imaginé que tenía.
Gracias a este programa de la Iglesia, he podido servir a mujeres de todas las edades… a niñas, jóvenes y adultas mientras aprendía de cada una de ellas.
La Sociedad de Socorro no solo me ha ayudado a conocer mi propósito como una mujer Santo de los Últimos Días sino como mujer en general.
2. Mi propósito en la revelación personal
Una de las características más resaltantes de La Iglesia de Jesucristo es que no se necesita una autoridad para conectarte con Dios.
Se alienta a cada miembro, hombre, mujer y niño, a desarrollar su propia relación personal con el Padre Celestial y el Salvador.
Se espera que las mujeres, aunque no sean poseedoras ordenadas del sacerdocio, busquen revelación personal de Dios. La revelación personal se comunica por medio del Espíritu Santo.
Debido a esta responsabilidad personal que tengo, encontré un gran propósito en desarrollar mi propia relación con el Padre Celestial. He llegado a saber cómo me habla e influye en mí.
A través de la revelación personal he aprendido más acerca de mi propia misión personal en esta Tierra.
Me encanta saber que no importa dónde esté, puedo comunicarme con Dios y buscar de Él la revelación necesaria.
3. Mi propósito en el hogar y la vida familiar
Con frecuencia, los valores de La Iglesia de Jesucristo se alinean con los roles de género tradicionales. No obstante, ni los hombres ni las mujeres están confinados a esos roles.
En realidad, he encontrado una gran comprensión al estudiar la doctrina de la familia.
La Iglesia de Jesucristo publicó una declaración en 1995 sobre los roles importantes que tienen los padres en la familia.
“La familia: Una proclamación para el mundo” afirma que no solo es “el matrimonio entre un hombre y una mujer… esencial para Su plan eterno”, sino también que “las madres son las principales responsables de la crianza de sus hijos”.
El documento también establece que “los padres y las madres están obligados a ayudarse mutuamente en igualdad de condiciones”.
Esta frase clave indica que, en muchas familias, los roles de esposos y esposas se superponen para satisfacer las necesidades específicas de esa familia.
Saber que he sido creada como mujer para ser más eficaz e influyente en el hogar me da una mayor comprensión de mi propósito individual. He descubierto talentos que puedo usar para construir y fortalecer a mi familia. Además, he encontrado un gran poder en mis esfuerzos con mi esposo para construir un hogar fundado en la doctrina de Jesucristo.
Asimismo, tengo talentos que no se limitan al hogar. Tengo talentos que puedo utilizar fuera de casa para ayudar a proveer por mi familia.
Con la guía del Espíritu Santo puedo encontrar un equilibrio entre cumplir con mis responsabilidades en el hogar mientras desarrollo y uso mis talentos.
Cuando arraigo mis esfuerzos en la construcción de mi hogar, mi propósito allí y en otros lugares se hacen más claros.
4. Mi propósito en mi matrimonio
La Iglesia de Jesucristo le da un gran valor al matrimonio. Para los mormones sellados en el templo, el matrimonio tiene el potencial de continuar por la eternidad.
Las promesas que le he hecho a Dios y a mi esposo en el templo me dan una perspectiva eterna y un mayor compromiso.
La doctrina mormona enseña que ningún hombre o mujer puede alcanzar el grado más alto del cielo sin un matrimonio eterno; ambos nos necesitamos mutuamente.
Encuentro un propósito en mi identidad como mujer Santo de los Últimos Días al saber que en mi matrimonio se me necesita de una manera única y específica.
No todos los hombres o mujeres encontrarán a alguien con quien casarse en esta vida, y eso está bien. Con el tiempo, el Señor dará a cada uno de Sus hijos las oportunidades que necesitan para hacer esas sagradas promesas y aceptar Su evangelio.
En este momento, sé que como mujer puedo ofrecer algo muy específico y singular a mi matrimonio.
Los hombres y las mujeres tienen diferentes fortalezas y roles dentro del evangelio de Jesucristo. No obstante, ambos roles son necesarios para obtener las mayores bendiciones que el evangelio puede ofrecer.
Mi esposo y yo estamos aprendiendo a trabajar juntos para crear un hogar pacífico y feliz.
Algunas familias mormonas están encabezadas por un solo padre, y eso está bien. A estas familias nunca se les negará la misma paz, comodidad y orientación que pueden lograr las familias con dos padres.
5. Mi propósito al servir y ministrar
Ser una mujer Santo de los Últimos Días ya me da muchas oportunidades para servir a los demás. Sirvo en un llamamiento en mi Iglesia, hago visitas mensuales a otras dos o tres mujeres del barrio y soy voluntaria para ayudar en los eventos de la iglesia.
La Iglesia de Jesucristo brinda a sus miembros muchas oportunidades para servir a los demás.
Me doy cuenta de que debido a mi participación en la Sociedad de Socorro y en mi hogar con mi familia, soy más consciente de los demás y más sensible a las oportunidades de ministrar a quienes necesitan ayuda.
Ser una mujer Santo de los Últimos Días ha elevado mi conexión con los demás y he podido usar esa conexión para acercarme a otros y, a su vez, encontrar apoyo en los momentos en que más lo necesito.
Encuentro propósito en las relaciones cristianas que he forjado con aquellos que me rodean.
Arraigo mi identidad como mujer a mi relación con Jesucristo y eso, a su vez, me guía en todos los demás aspectos de mi vida.
Jesucristo me da un propósito y la creencia interna de que tengo el poder para cumplir ese propósito como mujer y como Su discípula.
¡Feliz día de la mujer a todas! ¡Recuerden su propósito como mujeres y que todo lo pueden en Cristo que las fortalece!
Fuente: aboutmormons.org