Nota del escritor: La siguiente historia no pretende establecer que una religión es mejor que otra. Solo compart0 esta historia de fe con el objetivo de inspirar y animar a las personas a consultar a Dios para obtener respuestas.
Martín Narro perteneció a los Testigos de Jehová desde 2007, él fue un líder y predicador de su congregación, pero sentía que necesitaba más conocimiento para fortalecer su testimonio.
“No creo en El Libro de Mormón”
En 2011, Narro conoció a dos misioneras de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Mientras ellas compartían el evangelio por casi 6 meses, el joven testigo de Jehová respondía: “No creo en sus enseñanzas y menos en El Libro de Mormón”.
A pesar de esta dura respuesta, una de las misioneras declaró con convicción: “Le prometo en el nombre del Señor que hoy recibirá su respuesta y Dios le cambiará su vida”.
La respuesta llegó
Esa misma noche, Narro oró, no sintió nada especial y se dispuso a dormir. Entonces tuvo un sueño que él mismo describe a continuación:
“Yo tenía ropa blanca estaba en un estanque de agua y vi unirse al Libro de Mormón con La Biblia. Después escuché una voz fuerte pero apacible que me dijo: ‘hijo, estoy preparando algo para ti’”.

Si tienes dudas sobre tu fe, pregúntale a Dios. Imagen: Shutterstock
Al despertar, Narro volvió a orar y su respuesta llegó, así que llamó a las misioneras y al poco tiempo se bautizó en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El Señor cumplió su promesa

Martín Narro paso de ser un Testigo de Jehová a un Santo de los Últimos Días que sirvió una Imagen: Del archivo personal de Narro.
La promesas del Señor de “tener algo especial” para Narro se cumplió. Un año después de su bautismo, él sirvió una misión de tiempo completo y al regresar se casó por este tiempo y por la eternidad con una excelente mujer llamada Liliana y juntos tienen dos hermosos hijos.

Martín Narro y su familia. Imagen: Del archivo personal de Narro.
Ahora Narro se esfuerza por seguir al Señor diligentemente para llegar a la exaltación con su familia.