¿Quién es tu fuente de inspiración?
Muchas personas que siguen a Cristo sienten un amor muy grande por el Salvador. Sin embargo, no lo buscan como fuente total de inspiración.
En la actualidad, estamos acostumbrados a ver a tantas personas en las redes sociales que nos impulsan a hacer cosas buenas en diferentes áreas de la vida como el trabajo, los estudios, la salud mental y física. Pero, ¿en realidad esas personas poseen las respuestas a todas nuestras preocupaciones y dificultades?
¿Estas personas conocen el comienzo, el medio y el final de todo para estar dispuestos a levantarnos más temprano, hacer desafíos de 20 días y cambiar nuestros hábitos para tener nuestra tan soñada vida plena? Yo digo que no.
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Esas personas son una gran fuente de inspiración. Sin embargo, no nos conocen lo suficiente como nuestro Salvador para saber cómo se siente nuestro espíritu y qué necesita para desarrollarse y tener la vida que siempre soñamos.
Tener la vida que siempre soñamos es llegar a ser más semejantes a Cristo, depositar toda nuestra confianza en el Salvador y saber que Él es nuestro verdadero entrenador que sabe todo porque ya sufrió lo que estamos sufriendo en este preciso momento.
Nadie en esta Tierra puede inspirarte a ser quien sueñas ser sin conocer primero al Salvador Jesucristo y al Padre Celestial, quiénes ya saben cuál es tu propósito en esta vida. Jesucristo y el Padre Celestial saben por lo que tienes que pasar ahora, lo que ya pasaste y lo que todavía debes vivir para cumplir tu plan en esta vida.
No mires atrás pensando en lo que podrías haber hecho, no mires el presente soñando con tener una vida poco realista en las redes sociales y no veas tu futuro a la perfección.
No pienses que se puede alcanzar la perfección en esta vida porque fuiste creado en este cuerpo mortal para equivocarte, aprender y ser una mejor persona.
Si tu enfoque no está en el Salvador, no tendrá sentido seguir el Evangelio. Jesucristo te ama y quiere que sientas ese amor.
Siente Su influencia. Ora y conversa con Él. Lee el libro sobre su vida y acepta el desafío de vivir como Él vivió. Yo lo estoy intentando y tú también puedes.
Mi vida no es perfecta y no quiero que lo sea. Pero, esta vida me enseña a colocar a Jesucristo como mi fuente de inspiración y me convierte en una mejor persona cada día para que cuando vuelva a verlo cara a cara, pueda sentir la felicidad plena que todos buscan hoy en día.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Ralph Leles y fue publicado en maisfe.org con el título “Quem é sua fonte de inspiração?”