Adorar al Señor a través de la música, incluso cuando no sabes cantar
Como Santos de los Últimos Días, somos un pueblo que canta, con himnos sagrados que desempeñan un papel central en nuestra adoración en la Iglesia y de manera personal.
Hay versículos en las escrituras que mencionan que cantar es una forma de adoración, sin embargo, muchos de nosotros no abrimos el himnario cuando llega el momento de cantar durante la reunión sacramental.
Las excusas son muchas, pero quizás la más común es “No canto bien”. ¿Adivina qué? Ser un buen cantante no es un requisito para elevar la voz en alabanza al Señor.
Yunga Webb, que da clases de canto centradas en la adoración, compartió para LDSLiving:
“Independientemente de tu nivel de comodidad al cantar, puedes encontrar gozo, paz y establecer una relación más cercana con Dios usando tu voz para adorar a través del canto. Elevar nuestras voces juntas en un himno es una forma de fortalecer nuestro testimonio”.
Yunga describió que por cada voz que se une al coro el Espíritu se hace más fuerte. Además, dijo que los himnos pueden ser una respuesta a nuestras oraciones y hablar a nuestra alma cuando nos enfocamos en interiorizar la letra.
Una práctica que ha adoptado es leer las palabras de los himnos que se cantarán durante el servicio antes de que inicie la reunión sacramental.
“Cuando entras a la capilla y escuchas la música del preludio, piensa en cómo la música puede elevarte a un nivel espiritual más alto”.
Esto también se puede hacer, enseña Yunga, contemplando el significado de la letra de los himnos mientras los cantamos y participando en la adoración durante la reunión.
Para cantar con más confianza, una de las estrategias de las que habla Yunga es aprender a cantar a primera vista, es decir, cantar la canción tal como está escrita, como si nunca la hubieras visto u oído antes.
El canto a primera vista nos ayudará cuando tengamos el himnario actualizado, “Himnos – Para el Hogar y la Iglesia”.
A partir del primer semestre de 2024, La Iglesia publicará algunos de los nuevos himnos. En un comunicado, afirmaron lo siguiente:
“Se incluirá música muy popular en la Iglesia compuesta después de 1985 (tal como “Fe en cada paso”), música proveniente de otras religiones y algunas de las 17 000 canciones nuevas enviadas por los miembros de la Iglesia”.
Kalo Latu, el pianista que acompaña a Yunga en sus clases de canto, compartió que una de sus amigas en la congregación es algo desafinada, por lo que la mayoría de las notas que entona no son las correctas, pero eso no la detiene.
“Pienso que ella es un ejemplo perfecto de cómo participar en la adoración que ocurre con los himnos… Simplemente canta porque es una forma de adoración.
Que no les preocupe si cantan o no las notas correctas o si creen que su voz no tiene un tono hermoso. Participar de del himno es parte de la adoración”.
Independientemente de tu habilidad para cantar o afinar, Yunga resaltó algo importante:
“La música es una herramienta poderosa y es un don de nuestro Padre Celestial que podemos usar para conectarnos con Él”.
Fuente: LDS Living