La experiencia que cambió la perspectiva sobre la muerte de un trabajador de un templo del Señor
Ayer, 21 de marzo, se llevó a cabo la apertura oficial del Templo de Rio de Janeiro, Brasil. El élder Ulisses Soares, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, presidió los recorridos para los medios de comunicación en el sitio.
Asimismo, por fin, después de tanta espera, se realizará la jornada de puertas abiertas del templo desde el sábado 26 de marzo hasta el sábado 30 de abril, excepto los domingos.
El 7 de mayo se realizará la dedicación del templo que presidirá el élder Gary E. Stevenson.
Si deseas saber más sobre este nuevo templo, próximamente publicaremos una entrevista que el equipo de Más Fe en portugués tuvo con el élder Soares.
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En medio de tanta alegría por la apertura de una nueva Casa del Señor, surgen historias inspiradoras, como es el caso del hermano Wilson Valle.
El hermano Valle estuvo trabajando durante los dos últimos años en los detalles de construcción del templo. De hecho, es el director principal de instalaciones del templo.
Esperó con muchas ansias la apertura de este edificio. Sin embargo, una semana antes, su madre falleció y lo que debería haber sido un lunes feliz y el inicio de una semana especial, se convirtió en un tiempo de reflexión y sensibles sentimientos.
No obstante, al supervisar la Casa del Señor, pudo sentir en su corazón algo especial.
“[Estar en el templo] es una oportunidad para sentirme más cerca de ella”, dijo Valle entre lágrimas.
“Para mantener este templo santo”
Durante un periodo de dos años, el hermano Valle verificó diligentemente los sistemas mecánicos y operativos del templo. Además, ayudó a mantener la limpieza del mismo, así como a cuidar las plantas y los arbustos de los terrenos para ver cuáles se adaptaban mejor al medio ambiente.
En ese periodo, el hermano Valle pasó de trabajar en un proyecto de construcción bajo el Departamento de Proyectos Especiales de la Iglesia al Departamento del Templo para supervisar su jornada de puertas abiertas, la dedicación y el inicio de operaciones.
El hermano Valle se esforzó por aprender más sobre sus deberes y estar listo para ayudar a los visitantes del templo Santo de los Últimos Días a tener una experiencia positiva.
“Durante los últimos dos años, tuve una gran preocupación por santificar este templo, aunque aún no estaba dedicado. Siempre tuve esta preocupación de no dejar que pasara esto, de no convertir el templo en un lugar casual”, dijo Valle.
Con el fallecimiento de su madre, su comprensión y testimonio del plan de salvación además de que su lugar de trabajo fuera la Casa del Señor, Valle reconoció que su servicio ahora tiene aún más significado.
¡Qué maravilloso saber que el Señor tiene un propósito para cada una de las cosas que permite que sucedan en nuestra vida!
El hermano Valle perdió a su madre una semana antes de la apertura del templo para el cual estuvo trabajando arduamente durante dos años y precisamente su servicio y dedicación hicieron que pudiera tener una perspectiva más profunda y eterna con respecto al plan que tiene Dios para todos sus hijos e hijas.
Fuente: Church News