Nota del editor: La imagen de portada corresponde al artista Yongsung Kim, a quien agradecemos especialmente por sus hermosas y conmovedoras pinturas.
Muchas veces, atravesamos situaciones que nos desgarran el alma y lo único que queremos es llorar.
Nos frustran muchas situaciones sobre las que aparentemente no tenemos control y deseamos buscar ayuda. Sin embargo, al mismo tiempo, no queremos hablar con nadie y nos encerramos en nuestro dolor.
Comenzamos a esperar que el tiempo cure esas heridas, pero…
Tus heridas las curan las noches largas donde no puedes parar de llorar y le dices a Dios que te ayude.
También te puede interesar: Presidente Nelson: En las tormentas del mundo, sus hogares son un refugio de paz
Tus heridas las curan los silencios donde escuchas la voz de Dios.
Tus heridas las curan los días donde no quieres levantarte, pero Dios te da fuerzas para continuar.
Tus heridas las curan los amigos que Dios usa para sacarte sonrisas y recordarte cuánto vales.
El tiempo NO cura nada, Dios sí lo hace.
Solo Él puede ayudarte a sobreponerte a ese sufrimiento.
Tú lo conoces, solo que en ocasiones lo ignoras. Pero, te aseguro que, si recurres a Él, en tu momento de mayor aflicción, Él sanará tus heridas.
Así que cuando sientas que tu mundo se cae a pedazos, recuerda que hay alguien que siempre está dispuesto a darte ese consuelo y fuerza que buscas.
Dios está en todos lados y puedes recurrir a Él en todo momento, donde estés.
“Él sana a los que tienen roto el corazón y les venda las heridas”. – Salmos 147: 3
Fuente: Eres escogida