No te has alejado tanto de Cristo como para que no puedas regresar a Él

Todos tienen una historia, una necesidad, una carencia, un lugar de ineptitud. Conozco los detalles de mi vida, y tú sabes los detalles de la tuya. Y, ¿el señor? Él sabe de cada historia, cada lugar oscuro, esperanza, angustia y final feliz.

Él lo ve todo.

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Quizás Él te vea tratando de seguir tus sueños y vivir de la mejor manera. Él conoce los deseos de tu corazón, tus pensamientos y cómo te preguntas si tienes lo necesario para alcanzar el éxito. Su gracia tiene el poder de elevarte y capacitarte.

Tal vez Él te ve ceder ante la preocupación que te invade, cómo te despiertas con el corazón palpitante, en la noche. Él conoce la tensión que a veces te obliga a desconectarte, buscar la soledad, desear la paz que nunca llega. Su gracia tiene el poder de calmarte y fortalecerte.

Él te ve despertar al amanecer para comenzar de nuevo la rutina, la alimentación, el cambio, nunca vivir tu propia vida porque estás completamente involucrado en la vida de los tuyos. Él ve cómo el sacrificio hace que trabajes hasta muy tarde. Tus manos cansadas y ojos agotados, Él los ve. Su gracia tiene el poder de llenar tus reservas.

Te ve luchando contra la adicción que te persigue, que te susurra en tus momentos de inactividad. Ve cómo intentas ser fuerte y cómo a veces sucumbes. Su gracia te da la fuerza que necesitas para enfrentar tus pruebas.

Te ve luchando contra los recuerdos que intentan destruirte, que atormentan tu mente en la medianoche, los traumas que no serán olvidados. Él sabe que tienen control sobre ti, tu felicidad, sabe que te sientes como un rehén del pasado. Su gracia tiene el poder de cambiar tu enfoque hacia adelante para que puedas dejar atrás ese pasado.

Ve tu dolor por la pérdida, cómo lamentas los recuerdos que no revivirás junto a tu ser querido, las partes de este viaje mortal que esa persona no verá. Su gracia tiene el poder de traer el bálsamo sanador de Galaad para las heridas que parecen ser demasiado profundas.

Te ve tratando de reparar la grieta e intentando comprender por qué es cada vez más grande. Ve que te preguntas cómo los demás pueden alejarse tan fácilmente, cómo parece que no les importa, cómo sus decisiones están afectando a tu familia y a tu corazón. Su gracia tiene el poder de ampliar tu capacidad de paciencia, comprensión y amor.

Te ve anhelando lo que te completará y temiendo que nunca llegue. Ve cómo anhelas amor, compañía y seguridad. Sabe que sigues avanzando solo en este viaje. Su gracia tiene el poder de rodearte de amor, confianza y paz.

Él te ve tratando de superar el dolor y la injusticia, e intentando liberar tu alma de lo que te amarga. Ve cómo todos los días intentas perdonar lo que parece imperdonable. Asimismo ve cómo quieres confiar, amar y creer que eres muy valioso. Su gracia tiene el poder de ayudarte a soltar lo que se ha roto en ti para que puedas comenzar a vivir de nuevo.

Te ve embarcado en un viaje impulsado por la fe, pero con un poco de temor. Ve cómo te estás sumergiendo en algo inesperado que hará mucho bien en tu vida, pero requerirá más sacrificio que nunca antes. Su gracia te da fortaleza, aumenta tu capacidad e ilumina tu vista.

Él te ve.

“Por más tarde que pienses que hayas llegado, por más oportunidades que hayas perdido, por más errores que pienses que hayas cometido, sean cuales sean los talentos que pienses que no tienes, o por más distancia que pienses que hayas recorrido lejos del hogar, de la familia y de Dios, testifico que no has viajado más allá del alcance del amor divino. No es posible que te hundas tan profundamente que no te alcance el brillo de la infinita luz de la Expiación de Cristo” (“Los obreros de la viña”, Élder Holland, Conferencia General de abril 2012).

“Complete peace” por Yongsung Kim

Él te ve incluso si tú no lo ves. Jesucristo puede llenar tu alma hambrienta y ayudarte a descubrir la alegría. Él te encontrará cuando te sientas vacío, camines sin rumbo, en tus lugares oscuros, en tu dolor, Él traerá gracia a tu vida, incluso cuando creas que no es posible.

No tienes que poseer una comprensión completa de Su gracia para que comience a trabajar en ti. El Señor te encontrará en los lugares que frecuentas.

Solo búscalo donde ya estás.

Fuente: LDS Living