La soledad puede ser sofocante, sobre todo cuando sientes que nadie te ama. Aunque sea difícil de creer, el amor de Dios siempre está para ti.
Podemos afrontar lo que venga gracias al Salvador, es posible que podamos sentir la presencia de Dios en nuestras vidas con más frecuencia.
1. Toma Su mano
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“Es fácil confiar en el Señor cuando todo va bien. Pero, ¿qué sucede cuando pasas por desafíos y dificultades que te dejan tan agotado espiritualmente que no puedes ver la mano de Dios en tu vida? Debes permitir que el Salvador venga a tu rescate… Cuando sientas que no puedes solo, toma la mano del Salvador.”. -Brent L. Top
2. Siempre estará allí
“El Padre Celestial… está allí para cuando se sientan tristes o felices, desanimados o esperanzados. El amor de Dios está allí ya sea que sientan que merezcan amor o no; simplemente siempre está allí”. -Thomas S. Monson
3. Un Salvador y ángeles a nuestro alrededor
“She will find what is lost” por Brian Kershisnik
“Debido a que Jesús caminó totalmente solo por el largo y solitario sendero, nosotros no tenemos que hacerlo. Su solitaria jornada proporciona una compañía excelente para la corta versión de nuestro sendero: el misericordioso cuidado de nuestro Padre Celestial, la infalible compañía de este Hijo Amado, el excelente don del Espíritu Santo, los ángeles del cielo, familiares a ambos lados del velo, profetas y apóstoles, maestros, líderes y amigos”. – Jeffrey R. Holland
4. Alguien que siempre escucha
“Ustedes no están solos en esta travesía; su Padre Celestial los conoce. Aun cuando nadie más los escuche, Él los escucha. Cuando se regocijan en rectitud, Él se regocija con ustedes. Cuando los acosan las tribulaciones, Él sufre con ustedes”.– Dieter F. Uchtdorf
5. Nuestros ojos espirituales
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“Oramos para poder enfrentar con valentía nuestros desafíos e incertidumbre. Las dificultades de unos son más graves que las de otros, pero nadie es inmune… Al guardar los mandamientos y orar con fe para ver la mano del Señor en su vida, les prometo que Él abrirá aún más sus ojos espirituales y verán más claramente que no están solos”.– Neil L. Andersen
6. Un amor infinito
“Piensen en el amor más puro y ferviente que se puedan imaginar; ahora multipliquen ese amor por una cantidad infinita; ésa es la medida del amor de Dios por ustedes”. – Dieter F. Uchtdorf
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