Todos necesitan la influencia reconfortante de Dios en su vida, pero ¿cómo podemos conectarnos con Dios si no podemos sentir Su amor?
¿Con qué frecuencia te alejas de las distracciones del mundo, cierras los ojos y simplemente te pones a meditar?
La meditación intencional, ya sea sobre asuntos espirituales o de otro índole, es necesaria para vivir una vida significativa. Esta semana, varios líderes de la Iglesia hablaron sobre la necesidad de buscar tiempo de reflexión e introspección. El presidente M. Russell Ballard escribió en Facebook:
“No puedes conectarte con los cielos en un lugar de desorden. Tienes que encontrar esos momentos de tranquilidad en tu vida en los que puedas contemplar los asuntos del Espíritu”.
El élder Dieter F. Uchtdorf también preguntó en Facebook:
“¿Podemos escuchar el sutil llamado de nuestro amado Salvador, quien nos invita a venir a Él y a seguirlo? ¿Escuchamos su voz? ¿O la vida es la demasiado apresurada?”.
En un devocional de 2019 del élder Dale G. Renlund que fue compartido recientemente por la revista BYU, el Apóstol alentó a los miembros a “asegurarse de que sus receptores del amor de Dios estén funcionando adecuadamente”.
Todos necesitan la influencia reconfortante de Dios y de los cielos en su vida. Afortunadamente, el amor de Dios no tiene fin y Su tiempo para brindarnos la inspiración que necesitamos es perfecto.
Deja que el estudio de las palabras del élder Renlund te anime a tomar las cosas con calma y a encontrar el tiempo para que puedas meditar y conectarte con los cielos.
¿Bloqueamos a nuestros receptores espirituales?
En la edición de verano de 2020 de BYU Magazine se incluyó un fascinante devocional que dio el élder Dale G. Renlund en diciembre de 2019. La revista compartió recientemente el devocional en su sitio web.
El élder Renlund se basa en su formación como médico para enseñar una poderosa lección sobre nuestra capacidad para sentir el amor de Dios. El explicó:
“Tu salud física depende de las hormonas y sus receptores. Las hormonas, como las hormonas tiroideas, la insulina y muchas otras, son sustancias que se producen en las glándulas y luego se transportan en el torrente sanguíneo a células específicas, y estimulan esas células al interactuar con receptores específicos. Una enfermedad puede ocurrir cuando la glándula no produce suficientes hormonas o el receptor no funciona como debería”.
Existe una similitud espiritual significativa entre cómo funciona nuestro cuerpo y nuestra capacidad para sentir el amor de Dios en nuestras vidas.
El élder Renlund explica que debido a que el amor de Dios nunca será deficiente, si experimentamos una falta de Su presencia divina en nuestras vidas, el problema está en nuestros receptores para sentir el Espíritu.
Entonces, ¿qué causa que los receptores dejen de funcionar? El élder Renlund mencionó el pecado, la complacencia hacia los mandamientos y las enfermedades físicas y mentales como posibles contribuyentes.
Reconociendo que la salud mental a menudo requiere atención profesional, el élder Renlund proporcionó una receta de tres partes para tratar los receptores espirituales bloqueados.
1. El arrepentimiento
El élder Rasband nos invita a poder dejar atrás aquello que no nos deja avanzar, aquello que nos pesa en el alma a causa de nuestras acciones.
“Recuerda que a Dios no le importa mucho quién eras y lo qué hiciste. Le importa quién eres, qué estás haciendo y en quién te estás convirtiendo”.
El arrepentimiento tiene un poder liberador que puede traer gozo y paz a nuestra alma si tan sólo estamos dispuestos a dejar aquello que nos aleja de nuestro Padre Celestial.
“Si sientes que has hecho algo imperdonable o irreparable o que estás demasiado roto, [recuerda] que ese sentimiento no proviene del Espíritu Santo. Es engendrado por un pensamiento de culpa o por Satanás”.
2. El estudio de las escrituras
Este segundo requiere que nos deleitemos de las escrituras, que la saboreemos como el más apetecible manjar.
“El estudio de las palabras de Cristo te pondrá “en una posición que te permitirá comenzar a tener experiencias con [Dios]”. Me pasó a mí”.
Él élder Renlund también aconsejó recordar las palabras de Timoteo:
“…Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia”. -2 Tim 3: 15-16
3. Participar de la Santa Cena
El élder Renlund compartido que participar de la Santa cena nos permite tener la compañía del espíritu Santo con nosotros. Es de vital importancia que podamos renovar las promesas que hicimos con el salvador por medio de esta ordenanza.
“El Salvador dijo a los nefitas con respecto a participar de la Santa Cena: “Y si hacéis siempre estas cosas, benditos sois, porque estáis edificados sobre mi ” (3 Nefi 18:12). De no hacerlo, dijo: “No están edificados sobre mi roca, sino sobre un cimiento arenoso; y cuando caiga la lluvia, y vengan los torrentes, y soplen los vientos, y den contra ellos, , y las del infierno están ya abiertas para recibirlos”(3 Nefi 18:13).
Recuerda que Él dijo “cuando caiga la lluvia, vengan los torrentes, y soplen los vientos”, no dijo “si es que cae”. Si participamos de la Santa Cena de manera consciente y digna, entonces las bendiciones llegan para que no caigamos”.
Si tomamos la santa cena con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, de la misma manera en que esperamos que un nuevo converso participe del bautismo, Dios en su infinito amor renovará las bendiciones del bautismo para cada uno de nosotros, incluyendo poder ser limpios de los errores que hemos cometido.
Jesucristo y ya tomó sobre si esa carga para que nosotros podamos ser empezar de nuevo.
Conectarnos a los cielos
El élder Rendlund terminó su discurso diciendo que a medida que nos esforcemos por tener nuestros receptores espirituales activos nuestra relación con Dios y el Salvador crecerán y que, tal como lo dijo el élder Uchtdorf, podremos escuchar la sutil voz de nuestro Padre.
“Sé que Jesucristo “tiene todo poder para salvar a todo [aquel] que crea en su nombre y dé fruto digno de arrepentimiento”. Sé que el mensaje de nuestro Padre Celestial para nosotros es este:
“Pero Dios llamó a los hombres, en el nombre de su Hijo (pues este era el plan de redención que se estableció), diciendo:
Si os arrepentís, y no endurecéis vuestros corazones, entonces tendré misericordia de vosotros por medio de mi Hijo Unigénito; por tanto, el que se arrepienta, y no endurezca su corazón, tendrá derecho a reclamar la misericordia, por medio de mi Hijo Unigénito, para la remisión de sus pecados; y ellos entrarán en mi descanso” (Alma 12: 33-34)”.
Fuente: ldsliving.com
