En algunos países, las medidas restrictivas causadas por el coronavirus se están levantando gradualmente y, por esta razón, el Élder Dale G. Renlund dijo que es esencial que los Santos de los Últimos Días busquen tener revelación personal, ya que les permitirá “avanzar sin temor”.
Para la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles la revelación juega un rol muy importante, ya que durante la pandemia, recibimos numerosas instrucciones de nuestros líderes inspirados para que podamos mantenernos física y espiritualmente protegidos.
Debido a la revelación, “los líderes de la Iglesia nunca expresaron temor a medida que la pandemia de COVID-19 empezó a afectar a la población mundial”, dijo el Élder Renlund.
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“No hay ni una pizca de temor. Por el contrario, nos preguntamos: ‘¿Cómo podemos hacer mejor las cosas? ¿Cómo podemos mejorar? ¿Cómo podemos bendecir a nuestra gente?”
Confiando en que el Salvador nos acompañará en estos tiempos, podemos preocuparnos por nuestro crecimiento espiritual, si estamos aprendiendo las cosas que el Señor espera que aprendamos durante esta situación, si estamos ayudando a las personas y si estamos dando nuestro mejor esfuerzo cada día.
El Élder Renlund dedicó su vida a su profesión como cardiólogo y durante una entrevista con Church News, comparó el aprender a escuchar el Espíritu Santo con aprender a escuchar un corazón con un estetoscopio.
Para escuchar bien el corazón, es necesario eliminar las distracciones, buscar patrones en los latidos del corazón y practicar todos los días. Del mismo modo, necesitamos aguzar nuestros oídos y practicar escuchar lo que el Espíritu nos dice. Es una habilidad que ganamos solo después de mucha práctica.
“Si nos arrepentimos o adoramos a Dios de manera casual, si estudiamos las Escrituras de vez en cuando o si no le hacemos preguntas de manera frecuente al Señor, siento que perderemos nuestra capacidad de escuchar”.
Todos aquellos que hayan hecho el convenio del bautismo serán acompañados por el Espíritu Santo, se sentirán dignos de tenerlo consigo. Este es uno de los mejores dones que podemos recibir durante nuestra vida mortal. Y, por lo tanto, debemos asumir la responsabilidad de nuestra propia fe y progreso espiritual, tal como nos enseñó el Élder Renlund.
Las escrituras son una fuente inagotable de fortaleza espiritual. A través del estudio diligente, aprendemos sobre las enseñanzas de los profetas y lo más importante, a través del Espíritu, aprendemos enseñanzas personalizadas para cada uno de nosotros, que no se encuentran escritas.
“Mientras que los líderes de la Iglesia buscan revelación durante la pandemia de COVID-19, nosotros estudiamos. Estudiamos lo que dicen los expertos en la medicina y tratamos de discernir cómo se pueden aplicar estas cosas. Pensar que Dios nos da revelación sobre algo que no hemos estudiado es ingenuo y sin sentido”, dijo el apóstol.
Al seguir el ejemplo de los apóstoles y la Primera Presidencia, debemos estar en paz y enfocados, ya que es imposible recibir revelación cuando estamos preocupados por otras cosas o incluso irritados. Es algo a lo que debemos dedicar un tiempo especial, ya que el resultado bendecirá enormemente nuestras vidas.
Necesitamos de la revelación para estar preparados para los próximos días, tal como el presidente Nelson nos aconsejó en las últimas conferencias. Cada uno de nosotros debe cumplir con los convenios que hemos hecho, tomar la Santa Cena semanalmente y seguir las precauciones y pautas dadas por las organizaciones de salud pública.
Esta situación es temporal y “sabemos que Dios nos ama, sabemos que podemos confiar en Él y que Él está al tanto de nuestras necesidades”, dijo.
Se espera que aprendamos la importancia de la Iglesia centrada en el hogar, la autosuficiencia espiritual y la responsabilidad de nuestro propio progreso espiritual, enseñó el Élder Renlund.
Tenemos el Espíritu Santo para ayudarnos y el ejemplo de Cristo para guiarnos.
“Cuanto más se centren los Santos de los Últimos Días en Jesucristo, y en el gozo que Él puede dar, menos nos molestarán las circunstancias individuales que nos rodean… Podemos experimentar aflicciones, pero pueden ser absorbidas en el gozo de Cristo”.
Fuente: Church News