¿Qué distingue a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de otras iglesias cristianas?

iglesia de jesucristo

Esta pregunta puede ser un poco susceptible para algunos porque como seguidores de Jesucristo, pero más importante aún, como hijos de Dios, nuestra unidad y amor fraternal crece más cuando recordamos cuán similares somos cuando no nos enfocamos en nuestras diferencias.

Como miembros de la Iglesia de Jesucristo, nos gusta crear lazos de amistad e inclusión con nuestros amigos de otras religiones, así como con personas de todas las nacionalidades y razas.

Creemos que tenemos algo bueno que compartir con el mundo. El presidente Gordon B. Hinckley, durante su tiempo como presidente de la Iglesia, expresó:

Personas con discapacidad en la Iglesia de Jesucristo

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

“Reconocemos lo bueno en todas las personas. Reconocemos lo bueno en todas las iglesias, en sus esfuerzos por mejorar a la humanidad y enseñar principios que conducen a una vida buena, estable y productiva. A todas las personas simplemente les decimos: ‘Traigan consigo todo lo bueno que poseen y vean si podemos añadir algo ello’. Ese es el principio sobre el que trabajamos’”.

No enviaríamos misioneros por todo el mundo si no pensáramos que tenemos algo valioso que compartir con nuestros hermanos y hermanas. Nos esforzamos por amar, honrar, respetar y servir a nuestro prójimo en todo el mundo sin importar nuestras diferencias.

De acuerdo con la declaración del presidente Hinckley, aquí te compartimos tres principios y verdades que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene para ofrecer.

El Sacerdocio

equivocaciones sobre el sacerdocio

Art: Christ Ordaining the Apostles (Christ Ordaining the Twelve Apostles), by Harry Anderson

Creemos que pertenecemos a la Iglesia de Jesucristo, la iglesia que Él mismo estableció cuando estuvo en la tierra. Con el tiempo, sin embargo, la plenitud de Su verdad se perdió. Después de Su crucifixión, la autoridad del sacerdocio con la que los apóstoles habían sido ordenados se perdió en la tierra.

Esto provocó una apostasía, un alejamiento de la verdad que Jesús enseñó. Creemos que fue profetizado que habría una apostasía entre el tiempo de la primera venida de Cristo y Su segunda venida (2 Tesalonicenses 2:1-3).

La autoridad del sacerdocio es necesaria para dirigir la Iglesia del Señor, pero en ese momento ya no se encontraba en la tierra.

La manera en que se recibe esta autoridad no ha cambiado desde los tiempos de la Biblia. El sacerdocio se confiere de un poseedor del sacerdocio a otro mediante la imposición de manos.

Si ya no habían poseedores del sacerdocio después de la muerte de los apóstoles, ¿de dónde proviene el sacerdocio de la actualidad?

José Smith, fundador de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tuvo la misma pregunta. José y Oliver Cowdery habían leído sobre la necesidad del bautismo, pero no sabían quién tendría la autoridad para bautizar en el nombre de Cristo.

Cristo mismo fue con alguien que poseía la autoridad (Juan) para ser bautizado de la manera correcta. Juan tenía esta autoridad porque su padre, Zacarías, era sacerdote un del templo. Él poseía el sacerdocio y se lo confirió a su hijo.

La restauración del Sacerdocio

“Upon You My Fellow Servants” por Linda Curley Christensen y Michael Malm

Cuando José y Oliver oraron para saber acerca del bautismo y la autoridad para bautizar, Juan el Bautista descendió del cielo para conferir ese mismo sacerdocio (conocido como el sacerdocio aarónico o sacerdocio menor) a José y Oliver.

Al recibir esta sagrada autoridad, tuvieron el permiso de Dios para realizar bautismos en el nombre de Cristo, tal como lo había hecho Juan el Bautista. Juan les dijo,

“Sobre vosotros, mis consiervos, en el nombre del Mesías, confiero el Sacerdocio de Aarón, el cual tiene las llaves del ministerio de ángeles, y del evangelio de arrepentimiento, y del bautismo por inmersión para la remisión de pecados”. -DyC 13:1

Más tarde, Pedro, Santiago y Juan también descendieron para conferirles el sacerdocio mayor, o el sacerdocio de Melquisedec, con el fin de ampliar la autoridad del sacerdocio de José y Oliver.

Si conoces a alguien que posee este sacerdocio, puedes pedirle que comparta contigo su línea de autoridad del sacerdocio.

Por ejemplo, mi esposo diría que recibió el sacerdocio de Melquisedec de manos de su padre, Luis, quien lo recibió de manos de su padre, Javier, y así hasta llegar a alguien que lo recibió de manos de José Smith, quien lo recibió de manos de Pedro, Santiago y Juan, quienes lo recibieron de manos de Jesucristo.

La línea es clara y directa. Tener la autoridad genuina para actuar en lugar de Cristo trae muchas bendiciones, incluido nuestro siguiente punto.

Los convenios y ordenanzas

bautismo

Imagen: La Iglesia de Jesucristo

Jesucristo enseñó que recibir el bautismo y el Espíritu Santo (nacer del Espíritu) son necesarios para unirse a Él en el reino de Dios.

“De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios”. -Juan 3:5

El bautismo es necesario, pero como se describió anteriormente, debe realizarse bajo la debida autoridad. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene esta autoridad. El bautismo es la primera ordenanza y simboliza los primeros convenios que hacemos con el Padre Celestial.

También participamos de la Santa Cena, como lo describe el Señor en la Última Cena, que es similar a la comunión o el sacramento en algunas denominaciones cristianas

Además, adoramos y recibimos las ordenanzas en el templo. Estas ordenanzas son sagradas y no se comparten a profundidad fuera del templo.

templo de río de janeiro

Templo de Río de Janeiro. Imagen: Sala de Prensa – La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Si bien muchas religiones cristianas creen que el matrimonio es “hasta que la muerte los separe”, la Iglesia de Jesucristo cree que el matrimonio es ordenado por Dios. Él honra los matrimonios realizados bajo la debida autoridad en Su Santo Templo.

Estas ceremonias se llaman “sellamientos” porque unen o sellan a las familias por toda la eternidad. Los hijos también se sellan a sus padres (si los padres se sellaron en el templo antes del nacimiento de los hijos, ellos son sellados a sus familias de manera automática).

Muchos de nosotros creemos que las familias son para siempre. Los sellamientos en el templo bajo la debida autoridad del sacerdocio hacen esto posible.

Un profeta viviente

presidente nelsonÉder rasband y el profeta De Dios

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Desde Adán, ha habido períodos de tiempo en los que los fieles creyentes han sido dirigidos por un profeta. Estos períodos se denominan “dispensaciones”.

“Una dispensación del evangelio es un período de tiempo en el que el Señor tiene por lo menos un siervo autorizado en la tierra que posee el santo sacerdocio y las llaves, y que tiene la comisión divina de impartir el evangelio a los habitantes de la tierra”.

La primera dispensación comenzó con Adán, pero siguieron otras, incluidas las que fueron dirigidas por Enoc, Noé, Abraham y Moisés, y más tarde con Jesús y Sus apóstoles. Efesios 1:10 promete que:

“En la dispensación del cumplimiento de los tiempos, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra”.

Esta dispensación comenzó cuando José Smith fue llamado por Dios para ser profeta. “Todas las cosas”, y toda la verdad revelada en las dispensaciones anteriores, fueron restauradas y continúan siendo restauradas al profeta del Señor en la tierra. En la actualidad ese hombre es Russell M. Nelson.

Somos peculiares

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Si bien sostengo que, como personas de fe o como hijos de Dios, tenemos mucho más en común que diferencias, ciertamente hay algunas cosas que hacen que los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sean únicos.

Buscamos compartir lo que sentimos que son nuestras bendiciones con los demás, pero respetamos el derecho de todas las personas a vivir y creer de manera diferente. Uno de los principios básicos de nuestras creencias dice:

“Reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren cómo, dónde o lo que deseen”. -Artículo de Fe Nº 11

Si alguna de estas “diferencias” te llama la atención, te invitamos como lo hizo Jesús a “venir y ver”. Puedes visitar nuestro sitio web para obtener más enseñanzas o puedes comunicarte con nosotros para conocer a los misioneros quienes te ayudarán a contestar cualquier pregunta que tengas.

También puedes asistir y reunirte con nosotros el próximo domingo en alguna de nuestras capillas. Te puedo asegurar que estaremos felices de guardarte un asiento.

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Fuente: LdsDaily

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