Actualmente, muy pocos en la Iglesia no han oído hablar sobre los Tres Nefitas y la historia que se encuentra en el Libro de Mormón.
Como el apóstol Juan, estos tres discípulos de Cristo eligieron vivir “para ver todos los hechos del Padre para con los hijos de los hombres” (3 Nefi 28: 7), lo que significa que son seres trasladados que vivirán en la tierra hasta la Segunda Venida.
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Sin embargo, más allá de 3 Nefi 28, no hay mucho más escrito en las Escrituras sobre estos tres discípulos trasladados. De hecho, al profeta Mormón se le prohibió incluso escribir sus nombres.
Pero hay algunas cosas fascinantes que sabemos sobre estos discípulos y sus propósitos en esta tierra. Desde sus posibles nombres hasta a quién se le pueden aparecer, aquí hay cinco cosas que sabemos acerca de los Tres Nefitas.
1. El Libro de Mormón contiene los nombres de los 12 discípulos, incluidos los tres nefitas
Suponiendo que sus nombres no hayan cambiado o no hayan sido alterados por Mormón, tenemos los nombres de los 12 discípulos elegidos por Cristo en el Libro de Mormón, incluidos el de los Tres Nefitas.
En 3 Nefi 19: 4, aprendemos los nombres de los 12 discípulos que Cristo eligió entre el pueblo después de aparecer a los nefitas y lamanitas en las Américas.
“Y sucedió que por la mañana, cuando la multitud se hallaba reunida, he aquí, Nefi y su hermano, a quien él había levantado de entre los muertos, y cuyo nombre era Timoteo, como también su hijo, cuyo nombre era Jonás, y también Matoni, y Matoníah, su hermano, y Kumen, y Kumenoni, y Jeremías, y Shemnón, y Jonás, y Sedequías, e Isaías —y estos eran los nombres de los discípulos que Jesús había escogido— y aconteció que avanzaron y se colocaron en medio de la multitud”. -3 Nefi 19: 4
Nefi, Timoteo, Jonas, Matoni, Matoníah, Kumen, Kumenoni, Jeremías, Shemnón, Jonás, Sedequías e Isaías fueron elegidos por Cristo para ministrar a los nefitas y lamanitas.
De esos 12, sabemos que tres eligieron ser trasladados y convertirse en lo que llamamos los tres nefitas.
De hecho, sabemos por 3 Nefi 28: 25 que Mormón estaba a punto de escribir los nombres de los tres nefitas, pero que el Señor se lo prohibió.
Si bien no conocemos los nombres de los tres nefitas específicamente, es posible que sus nombres pudieran haber estado entre los de los apóstoles llamados por Cristo.
2. Podría haber más de “tres” nefitas trasladados
Si bien sabemos que hubo al menos tres nefitas trasladados, hay evidencia en las Escrituras y en los comentarios de los líderes de la Iglesia que sugieren que podrían haber más.
Cuando Alma hijo partió de Zarahemla a la tierra de Mulek, no hay mucho que sugiera que fue visto nuevamente, al menos no como un ser no trasladado.
Por Alma 45, sabemos que “no se volvió a saber de él; y de su muerte y de su entierro, nada sabemos” (Alma 45: 18). Y en Alma 45: 19 aprendemos que “se afirmó en la iglesia que fue arrebatado por el Espíritu, o sepultado por la mano del Señor, así como lo fue Moisés”.
La última parte sobre ser “arrebatado por el Espíritu” o “sepultado por la mano del Señor” suena contradictorio cuando se compara con Duet. 34: 5-7, que declara que Moisés fue sepultado en el “valle en la tierra de Moab” y que tenía “ciento veinte años cuando murió”.
Sin embargo, según Bruce R. McConkie:
“Moisés, Elías y Alma hijo fueron trasladados. El relato del Antiguo Testamento según el cual Moisés murió y fue sepultado por la mano del Señor en una tumba desconocida es un error (Deuteronomio 34: 5-7).
Es cierto que pudo haber sido “sepultado por la mano del Señor”, si esa expresión es una forma de decir que significa que fue trasladado.
Pero el Libro de Mormón registra que Alma “fue arrebatado por el Espíritu… las escrituras dicen que el Señor tomó a Moisés para sí mismo; y suponemos que también ha recibido a Alma en el espíritu, para sí mismo” (Alma 45: 18-19)”. -Mormon Doctrine, 2ª edición, 1966
De manera similar, Nefi, hijo de Helamán, también desapareció mientras viajaba fuera de la tierra de Zarahemla.
Aunque hay menos evidencia aquí de que fue trasladado, parece que no tenía planando regresar, habiendo “dando a su hijo Nefi, que era su hijo mayor, el cargo concerniente a las planchas de bronce y todos los anales que habían sido conservados, y todas aquellas cosas que se habían guardado sagradas desde la salida de Lehi de Jerusalén” (3 Nefi 1: 2).
Al igual que Alma hijo, nadie sabía adónde se dirigió Nefi, y nadie tenía algún tipo de conocimiento sobre su muerte o su sepultura, salvo que “no se le pudo hallar en toda la tierra” (3 Nefi 2:19).
Si bien no está claro cuántos seres trasladados existen, es posible que haya más nefitas trasladados que solo los tres discípulos.
3. Los Tres Nefitas pueden elegir quién puede verlos
De 3 Nefi aprendemos que los tres nefitas pueden elegir ser vistos o no por quienes deseen.
Esto no se da en base a su propia voluntad; ellos deben pedirlo en oración por lo que el poder para hacerlo proviene del Padre Celestial.
“Y son como los ángeles de Dios; y si ruegan al Padre en el nombre de Jesús, pueden manifestarse a cualquier hombre que les parezca conveniente”. -Nefi 28:30
Además, Satanás y los hombres y mujeres inicuos no tienen poder sobre los seres trasladados, incluidos los Tres Nefitas. De hecho, cuando los Tres Nefitas se encontraron en peligro de muerte a manos de quienes deseaban hacerles daño, escaparon ilesos en cada ocasión (3 Nefi 28: 19–22).
Sin embargo, su ministerio está determinado por nuestro Padre Celestial. A medida que la iniquidad crecía entre los nefitas y los lamanitas después de la aparición de Cristo en las Américas, los Tres Nefitas finalmente fueron retirados de la tierra a un lugar desconocido.
“Pero prevaleció la maldad sobre la faz de toda la tierra, de manera que el Señor retiró a sus amados discípulos, y cesó la obra de milagros y sanidades debido a la iniquidad del pueblo…
E intenté predicar a este pueblo, pero me fue cerrada la boca, y se me prohibió que les predicara; pues he aquí, se habían rebelado intencionalmente contra su Dios; y los amados discípulos fueron retirados de la tierra, a causa de la iniquidad del pueblo”. -Mormón 1:13; 16
Aunque los Tres Nefitas fueron retirados de la tierra de Zarahemla aproximadamente en el año 326 d.C., sabemos que, de hecho, podrían aparecerse a aquellos que quisieran, así como ministraron a Mormón y Moroni.
“Mas he aquí, yo los he visto, y ellos me han ministrado”. -3 Nefi 28:26
“Mas he aquí, mi padre y yo los hemos visto, y ellos nos han ministrado”. -Mormón 8:11
4. Serán parte de “una obra grande y maravillosa” antes de la Segunda Venida
La Segunda Venida de Jesucristo será “un acontecimiento que los justos esperan con ansias, y al que temen o niegan los inicuos” (Dallin H. Oaks, “La preparación para la Segunda Venida”).
Pero todavía hay trabajo por hacer antes de que Cristo regrese a la tierra. Parte de esta obra la realizarán los tres nefitas.
Mormón, cuando escribe sobre estos discípulos en 3 Nefi 28, se refiere a sus obras como “grandes y maravillosas” (v. 31).
También sabemos por 3 Nefi 28 que predicarán a todos los nefitas, lamanitas, judíos y gentiles, las tribus dispersas de Israel y personas de toda nación, tribus, lenguas y pueblos (3 Nefi 28: 23, 27– 29).
También sabemos que los Tres Nefitas “llevarán muchas almas a Jesús, a fin de que se cumplan sus deseos, y también por causa del poder convincente de Dios que hay en ellos” (v. 29).
Y aunque los Tres Nefitas no son llamados apóstoles en el Libro de Mormón, han sido investidos con autoridad para ser testigos especiales de Cristo.
Joseph Fielding Smith
Como dijo el presidente Joseph Fielding Smith:
“Aunque en cada caso se habla de los doce nefitas como discípulos, esto no quita el hecho de que fueron investidos con la autoridad divina para ser testigos especiales de Cristo entre su propio pueblo.
Por tanto, fueron virtualmente apóstoles a los de la raza nefita, aun cuando su jurisdicción, cual le fue revelado a Nefi, por fin estaría sujeta a la autoridad y jurisdicción de Pedro y los Doce que fueron escogidos en Palestina”. -Doctrinas de Salvación 3: 158
5. Los Tres Nefitas y otros seres trasladados eventualmente experimentarán un proceso similar a la muerte
Al describir el estado de los tres nefitas, Mormón usa la palabra “transfiguración”, pero en 3 Nefi 28:17, no parece tener claro si los tres nefitas eran seres mortales o inmortales después de que fueron “arrebatados al cielo”.
Sin embargo, Mormón registra más adelante que le preguntó al Señor en cuanto al estado que tenían los Tres Nefitas y aprendió que era “necesario que se efectúe un cambio en sus cuerpos, o de lo contrario, será menester que prueben la muerte” y que este cambio “no fue igual al que se verificará en el postrer día” (3 Nefi 28: 37; 39).
Mormón también escribe que “habrían de permanecer hasta el día del juicio de Cristo; y en ese día habrían de pasar por un cambio mayor, y ser recibidos en el reino del Padre para nunca más salir, sino para morar con Dios eternamente en los cielos” (v. 40).
Jesús entre los nefitas por Andrew Bosley
De modo que, aunque los Tres Nefitas se encuentran en un estado en el que nunca padecerá los dolores de la muerte (v. 8), deben experimentar un cambio similar a la muerte.
Como escribió el élder Bruce R. McConkie:
“Este cambio de la mortalidad a la inmortalidad, aunque casi instantáneo, es tanto una muerte como una resurrección” -McConkie, “Mortal Messiah” 4: 390
Pero donde la muerte puede ser amarga o incluso dolorosa para aquellos que no son trasladados, los Tres Nefitas y otros seres trasladados no experimentarán dolor ni tristeza cuando se encuentren con este proceso similar a la muerte, algo que Cristo describe como algo que sucede en un “abrir y cerrar de ojos”.
Según rsc.byu.edu:
“No hay funeral, ni pesar, ni sepulcro. Para los seres trasladados, su muerte es más una ordenanza que un momento de despedida y separación”.
Fuente: ldsliving.com
