Mansos pero poderosos: Lo que los atletas Santos de los Últimos Días hacen por la Iglesia
En un nuevo episodio del podcast de Church News, se presentó recientemente al director atlético de la Universidad Brigham Young, Tom Holmoe, y a Liz Darger, directora atlética asociada de BYU y miembro del consejo asesor general de las Mujeres Jóvenes.
El episodio también contó con un anfitrión invitado, la vicepresidenta ejecutiva y directora de contenido de Deseret Management Corporation, y ex miembro de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, Sheri Dew.
A lo largo del episodio, los invitados hablaron sobre el papel que juegan los deportes y los atletas de BYU y la forma en que representan a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ante sus competidores y el mundo.
Ambos líderes atléticos de BYU compartieron historias increíbles y únicas sobre atletas que destacaron y tuvieron un impacto notable en otros equipos y entrenadores.
Desde el equipo de baloncesto femenino que se retiró temprano un domingo por la mañana vestidas con ropa de domingo hasta un estudiante y atleta que comenzó su entrenamiento en el CCM solo unos días antes de la competencia nacional de su equipo.
Cuando se les preguntó directamente a Holmoe y Darger qué es lo que hacen los estudiantes y los deportes para ayudar a la imagen de la Iglesia, ambos hablaron sobre la competitividad combinada con una luz y una actitud únicas y distintas hacia los demás.
Holmoe expresó:
“Muchas personas se dan cuenta y hablan de [eso]. Las personas lo notan. ¿Cómo es que pueden ser mansos y poderosos a la vez? Bueno, aprendemos sobre eso en el evangelio. Cuando eres manso, eres poderoso, fuerte. El Salvador es un gran ejemplo [de ello], y nuestros hijos lo saben. Pienso que es una gran parte de quienes son”.
Por otro lado, Liz Darger compartió:
“Parte de la declaración de la misión [del departamento de atletismo] habla de… desarrollar un programa atlético distintivo y excepcional. Y esas dos palabras: ‘distintivo’ y ‘excepcional’, son repetidas cada año al inicio del año con nuestros atletas. Ellos realmente se lo toman como [una meta] personal”.
Liz también expresó que eso los impulsa a esforzarse por ser cada vez mejores, pero de una manera que destaque del resto.
“Lo hacemos de manera diferente a otros programas, y nuestros atletas aceptan eso. Sabemos que somos un poco diferentes, pero vemos eso como una fortaleza, la cual proviene de estar en un lugar donde podemos combinar nuestro progreso espiritual con nuestro progreso atlético, académico, social y la perspectiva que trae el evangelio de Jesucristo”.
El ejemplo que comparten los jóvenes Santos de los Últimos Días como atletas, es un ejemplo que puede ayudar a muchos a buscar la razón de porqué son diferentes al resto.
Las simples acciones detrás de cumplir con el día de reposo, o de esforzarse por ser mansos y humildes y desarrollar atributos de Cristo son un faro que hace que seamos buenos representantes de nuestro Salvador.
Fuente: LdsLiving