Cómo los Servicios de Empleo de la Iglesia de Jesucristo ayudan a encontrar trabajo y una conexión con el Salvador
¿Qué son los Servicios de Empleo de la Iglesia?
Los Servicios de Empleo de la Iglesia se encuentran en línea en Employment.ChurchofJesusChrist.org y en varios centros de empleo físicos en EE.UU. y Canadá.
Este departamento de la Iglesia ofrece ayuda profesional a través del programa de búsqueda activa de empleo, reuniones grupales, sesiones individuales, capacitación en habilidades laborales, “pregunta a un experto” y seminarios web.
Asimismo, hay recursos disponibles para empleadores, escuelas, pequeñas empresas, estacas y barrios.
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Los servicios son para todos, ya sean miembros de la Iglesia o no. Las personas de Australia, América del Sur y del Centro, África y más reciben apoyo de forma remota.
Las personas interesadas en el programa pueden enviar un correo electrónico a [email protected] o llamar al 888-818-4484.
Joseph Doria, gerente de apoyo de empleo de Servicios de Bienestar y Autosuficiencia de la Iglesia, dijo que la pandemia los obligó a cerrar los centros de empleo físicos por un tiempo, lo que condujo a la expansión de los servicios en línea.
Ahora se están volviendo a abrir los centros de empleo. Sin embargo, toda la oferta virtual y en línea sigue en pie.
Los grupos diarios de búsqueda de empleo se encuentran disponibles. Las personas inician sesión diariamente.
Los grupos de búsqueda activa de empleo permiten que las personas se reúnan con otros solicitantes de empleo, que son facilitados por el personal de los Servicios de Empleo.
Los participantes comparten oportunidades de trabajo y recursos. Además, trabajan juntos en redes, pulen sus habilidades o actualizan sus currículums y perfiles en redes sociales.
“Las personas que buscan trabajo se unen, se apoyan y fortalecen mutuamente. Esas son algunas de las mejores cosas que suceden. Ya que, cuando estás desempleado, puedes sentirte angustiado, avergonzado y tender a aislarte. Por lo tanto, proporcionar un foro donde puedas conectarte con otras personas que se encuentran en una situación similar es realmente poderoso”, dijo Doria.
Antes de la pandemia, todos los misioneros servían como voluntarios dentro de los centros de empleo. No obstante, ahora muchos están sirviendo virtualmente desde sus hogares, brindan capacitación a través de Zoom, facilitan los grupos de búsqueda de empleo en línea o imparten talleres en línea.
El aspecto espiritual
Doria dijo que uno de los propósitos principales de los Servicios de Empleo de la Iglesia es enseñar la autosuficiencia, que es un principio de salvación.
Ayudar a alguien a obtener empleo y volver a ser autosuficiente lo prepara para estar en una posición de servir y bendecir la vida de los demás.
Cuando alguien tiene dificultades para ser autosuficiente, como cuando está desempleado, eso afecta su vida, no solo temporalmente, sino también emocional y espiritualmente, dijo Doria y agregó:
“Es muy fácil sentirse solo y olvidado, por lo que parte del propósito de estos programas es ayudar a las personas a mantener esa conexión con el Salvador, especialmente durante tiempos de crisis”.
Doria dijo que el desafío de perder un empleo no sucede por ser débiles espiritualmente o por no tener un testimonio fuerte. Estas pruebas pueden pasarle a cualquiera, como un obispo que conoció y que perdió su trabajo al comienzo de la pandemia.
Este obispo le dijo a Doria que el programa le permitió levantarse todas las mañanas, vestirse, ponerse una corbata, tener un ambiente de apoyo y ser parte de algo en un momento en que estaba atravesando desafíos y se sentía totalmente solo.
Buscar trabajo puede desanimarte, pero al mismo tiempo puede fortalecer tu testimonio de cómo Dios escucha tus oraciones. Los misioneros proporcionan un enfoque espiritual al mismo tiempo que ayuda profesional en este programa.
“El apoyo espiritual que brindan es diario. Sabes que también estás en sus oraciones. Es algo muy tierno”, dijo Alen Gibbons, uno de los líderes de este programa de la Iglesia.
Dustin Ray, un participante de este programa, sabe que el Señor estaba tratando de dirigirlo a alguna parte cuando se quedó sin empleo. Ray que se ha convertido en una mejor persona a medida que aprendió a superar sus propios límites.
Los misioneros le enseñaron a reconocer sus fortalezas y estar orgulloso de ellas. Toda la experiencia que vivió fue como una respuesta a su oración.
“Fue una gran bendición para mí y mi familia, y no solo por el trabajo”, dijo.
Ray dijo que le encantaría servir en una misión en los Servicios de Empleo de la Iglesia algún día, porque ve cómo cumple la misión de la Iglesia.
“Tengo mucha más claridad sobre quién soy. Lo secundario que obtuve de esto fue un empleo”, dijo Ray.
Fuente: Church News