El emotivo mensaje de la hermana Aburto a la comunidad LGBT
En una reciente publicación en Facebook, la hermana Reyna I. Aburto compartió un mensaje de amor e inclusión que nos vendría bien aplicarlo. Ella declaró:
“El mes pasado visité el instituto de la Universidad Utah Valley y me reuní con miembros de la comunidad LGBT. Me encantó estar con los jóvenes ahí y poder sentir el amor que Dios siente por ellos y por todos nosotros. Compartí tres conceptos con ellos que espero sean de ayuda para cada uno de nosotros:
Primero, todos somos hijos de Dios y, como tales, somos amados y valorados. Por favor, conversa con el Padre Celestial y pídele que te ayude a sentir Su amor. Pídele que te dé la fortaleza que necesitas para seguir avanzando hacia Él. Nada, nada de lo que has experimentado o experimentes en el futuro puede cambiar la verdad eterna de que eres un hijo o una hija de Dios y de que Él te ama de manera perfecta.
Segundo, todos pertenecemos a la familia de Dios. He aprendido que, si nos tomamos el tiempo y hacemos el esfuerzo de conocer a otras personas y si les ayudamos a que nos conozcan, podemos vernos unos a otros a través de los divinos lentes del amor de Dios y vernos como realmente somos: como hijos de Dios que necesitan amor. De ese modo, las barreras que nos separan se vienen abajo y podemos sentir el amor puro de Cristo el uno por el otro.
Tercero, podemos ser el medio para que los demás vengan a Cristo. Te invito a centrarte en los demás en lugar de en ti mismo y a buscar maneras de fortalecer a otras personas y de traerlas a Cristo para que ellas puedan sentir el mismo gozo que tú sientes cuando te acercas a Él. Sé que nuestro Padre Celestial nos ha bendecido a cada uno con la capacidad de llevar a los demás a Cristo y de ayudarles a sentir que se les necesita y que pertenecen a la comunidad de santos.
Es reconfortante saber que todos somos una obra en curso. Dios está trabajando con nosotros, en nosotros y por medio de nosotros para que podamos alcanzar nuestro máximo potencial como Sus hijos. Avancemos en nuestro trayecto con fe, un paso a la vez.
¿Qué impresiones recibes al leer estas reconfortantes verdades?”