Lo que sucede en el CCM de Brasil: “Los ángeles que caminan por estos pasillos”

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“El CCM de Brasil, Sao Paulo, un poco de su historia, sus misioneros y los miembros que trabajan en el.” 

SAO PAULO, Brasil – Cincuenta años atrás, el joven Elder Ted Whitaker disfrutaba de sus últimas semanas de servicio en una misión en Brasil, y ayudó a traer a una familia de ocho miembros, los Bittencourt, con dos padres y seis hijos, a la Iglesia a través del bautismo.

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Una nieta de la familia, que estudia inglés en Estados Unidos, lo contactó a él y a su esposa, Melinda, en el 2009. Los Whitaker, provenientes de Orem, Utah, a su vez se volvieron a contactar con la familia Bittencourt cuando visitaron Brasil en el 2012, y ahora la familia cuenta con 48 miembros en la Iglesia, incluido un Presidente de Estaca, varios Obispos y media docena de misioneros retornados.

Adelantándonos hasta agosto del año pasado, cuando los Whitaker, ambos ahora jubilados y sirviendo como pareja misionera en el Centro de Capacitación Misional de Brasil en Sao Paulo, ayudaron a darle la bienvenida a un nieto de la familia Bittencourt, el Elder Artur Michelisa, cuando llegó al CCM para prepararse para servir en la misión de Japón Kobe.

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“Tuve la oportunidad de ponerle su placa de misionero cuando él vino”, compartió el Elder Whitaker sobre su experiencia personal.

Para el Elder Whitaker, su preparación como misionero y el idioma en 1966 tomó tres meses en el Centro de Capacitación del Idioma de la Misión en Utah, el cual fue previo al Centro de Capacitación Misional de Provo.

En la actualidad, los misioneros llamados a servir en Brasil –y los brasileños llamados a servir en su país de origen y otros más allá de este– pasan de tres a nueve semanas en el CCM de Brasil, que ahora comienza su quinta década.

“El CCM ayuda a todos estos hombres y mujeres jóvenes que vienen con diferentes culturas y tradiciones”, dijo João Roberto Martins Silva, Presidente del Centro de Capacitación Misional de Brasil y ex Presidente de Misión y Setenta de Área. “Les ayuda a convertirse en verdaderos representantes de Jesucristo y misioneros de la Iglesia.”

La historia

En 1977, la Iglesia estableció sus primeros dos centros internacionales de capacitación misional: uno en Sao Paulo y el otro en Hamilton, Nueva Zelanda.

El primer CCM de Brasil estaba ubicado en el centro de Sao Paulo, en la antigua casa de la misión brasileña. El Elder Marcos Aidukaitis, Autoridad General de los Setenta y originario de Brasil, actualmente preside el área de Brasil, estuvo allí en el verano de 1979 preparándose para su misión en São Paulo. “El lugar podía contener quizás 20 misioneros. Cuando estuve allí, creo que había 15 misioneros. Pasamos toda una semana allí, y eso fue todo.”

Poco después, el CCM compartió un edificio cerca del Templo de Sao Paulo, Brasil. “Sólo estuvimos allí por 10 días”, dijo Mario Dias, el Director administrativo del CCM de Brasil que fue bautizado a los 18 años y sirvió en una misión en Porto Alegre a los 19 años y luego presidió la Misión Brasil Teresina. “Fue increíble. Esa fue una experiencia que no se puede olvidar en toda la vida.”

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Joao Roberto Costa Martins Silva, Presidente del CCM de Sao Paulo, Brasil.

En aquel entonces el CCM de Sao Paulo recibía principalmente a jóvenes brasileños que prestaban servicios en su país natal; Los misioneros norteamericanos asignados a Brasil todavía era capacitados en Provo.

En 1997, el CCM de Brasil se mudó a su ubicación actual en Casa Verde, un distrito del noroeste de Sao Paulo. El Presidente Russell M. Nelson, en ese momento miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, dedicó el edificio en una oración de la que aún hablan los brasileños.

“Fue una oración larga, en perfecto portugués”, recordó el Elder Aidukaitis, quien asistió a la dedicación como Presidente de Estaca local. “Incluso si es que él memorizó la oración, fue una oración larga, y fue hecha en perfecto portugués. Fue un milagro. Todos los que estábamos allí sentimos que fuimos testigos de un milagro, el don de lenguas.”

El presidente Martins Silva también añadió: “En su oración dedicatoria, dijo que este edificio sería una luz para el mundo. Pero lo que haría que este edificio sea especial no sería el edificio en sí, sino la gente que trabajara dentro; todos aquí, los miembros y los no miembros de la Iglesia, se comprometieron a hacer lo mejor que pudieran, todo para ayudar a los misioneros a cumplir con su propósito.”

El CCM

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Centro de Capacitación Misional de Brasil

Además de capacitación misional, el CCM de Brasil ofrece capacitación en idiomas, el idioma principal es el portugués, para quienes provienen de Norte, Centro y Sudamérica para prestar servicio en Brasil, Portugal, Angola, Mozambique o Cabo Verde. Los hispanohablantes que están aprendiendo portugués están allí por cuatro semanas y los que hablan inglés por seis semanas.

Otros idiomas incluyen un programa de español de cuatro semanas para brasileños que aprenden ese idioma y un programa japonés de nueve semanas para brasileños asignados a servir en Japón (Brasil tiene grandes comunidades japonesas en áreas metropolitanas a lo largo de la costa).

El Elder Alex Santos de Sao Paulo, que se prepara para servir en la Misión Japón-Tokio Sur, admite que tiene problemas con el japonés. “Pero cada vez que me voy a dormir, pienso en Jesús y recuerdo que Él ha pasado por todo. Aquí en el CCM, puedo recordar al Salvador y recordar las cosas que hizo por mí.”

La hermana Breanna Davidson, de Boise, Idaho, y asignada para servir en la Misión Brasil Río de Janeiro, disfrutó de su primer día en el CCM el mes pasado. “Cada vez que veíamos misioneros, siempre nos decían ‘hola’ o ‘muito bem’ (portugués ‘muy bien’) y eran muy acogedores.”

En total, el CCM es hogar de misioneros de 40 nacionalidades diferentes, con un promedio semanal de 50 a 75 nuevos misioneros, y hasta 120.

La capacidad del CCM en Brasil está restringida a sus 526 camas, con un número promedio de misioneros en el CCM de 250 misioneros en promedio.

El personal del CCM

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Hermana Marie Sunaga, Maestra de CCM

El CCM cuenta con seis secretarios y administradores que trabajan a tiempo completo, así como un par de docenas de empleados contratados que ayudan con los servicios de alimentos y de mantenimiento.

Los Whitaker son una de las dos parejas de misioneros mayores cuyas responsabilidades incluyen el trabajo administrativo, la coordinación de la atención médica y la investiduras y del personal de un servicio.

Los maestros, para la capacitación misional y el lenguaje, son 60 misioneros retornados, muchos son bilingües y algunos incluso trilingües. Una es Marie Sunaga, de Sao Paulo, cuyos abuelos emigraron de Japón a Brasil hace décadas, ella se unió a la Iglesia a los 12 años, incluyó el inglés y el japonés como parte de sus estudios, sirvió en una misión en Manaos en el área amazónica de Brasil y está en su tercer año trabajando en el CCM de Brasil, y ahora trabaj como supervisora ​​de los maestros.

Sunaga quiere que los misioneros tengan experiencias similares a la suya como una nueva misionera en el CCM de Brasil en septiembre de 2014. “Recuerdo haber escrito en mi diario todos los sentimientos espirituales que estaba teniendo en las clases, en los devocionales y todo el tiempo”, compartió ella.

Los horarios

Los horarios de los misioneros son similares a los de otros CCMs: Desde las 6:30 a.m., hasta las 9 p.m. y tienen que estar en su cama con las luces apagadas a las 10:30 p.m.

A los misioneros se les permite 50 minutos diarios de actividad física. Se requiere que caminen o corran cinco vueltas por una pista dentro de un patio largo y angosto del complejo antes de pasar a jugar voleibol o baloncesto o jugar al fútbol americano.

Los devocionales en todo el CCM se llevan a cabo los domingos y martes, con discursantes de la Presidencia de Área, Autoridades Generales visitantes, Setentas de Área locales, Presidentes de estaca y misión locales y personal de CCM.

Además de las actividades típicas del día de preparación para escribir o enviar correos electrónicos a familiares y amigos y lavar la ropa, a los misioneros se les permite salir a visitar algunas de las tiendas locales que ofrecen dulces, galletas y otras delicias, ropa y servicios de sastrería.

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Las actividades que tienen lugar semanalmente o cada dos semanas incluyen asistir a los templos de Sao Paulo o Campinas o ir al centro de la concurrida Avenida Paulista para las actividades de proselitismo del sábado por la mañana.

El Elder Caden Grover, de Hattiesburg, Mississippi, que va a la Misión Brasil Curitiba Sur, dijo que sus experiencias iniciales allí fueron “realmente aterradoras” después de ser rechazado por tres transeúntes. Luego aplicó lo que había aprendido sobre seguir al Espíritu.

“Hubo un hombre que vi, y no dejó mi mente después de que pasé por su lado”, dijo él. “Finalmente, mi compañero y yo regresamos y hablamos con él, y tuvimos una experiencia realmente genial.”

El impacto del CCM

Los misioneros están aprendiendo a cambiar, crecer y “convertirse” aún más mientras están en el CCM.

“No puedes ser la misma persona que eras cuando estabas en casa. Todos los días uno debe cambiar”, dijo la Hermana Sabrina Rodrigues de Manaus, que servirá en la Misión Japón Tokio. “Comprendo porque estoy siendo probada y estoy agradecida de poder tener la oportunidad de cambiar.”

El impacto no es sólo una transformación personal con los misioneros “sino que los milagros ocurren con sus familias”, dijo el presidente Martins Silva, explicando que los miembros de la familia que no son miembros están siendo bautizados y los parientes menos activos están regresando a las reuniones de la Iglesia.

Aún así, el mayor impacto es la presencia del Espíritu Santo, tan esperada y reconocida a menudo, expresó el presidente Martins Silva.

“Es por el estilo de vida de las personas que trabajan aquí y los misioneros, que ellos quieren tener al Espíritu Santo ayudándoles”, dijo, y agregó: “Me gusta decir que los ángeles están caminando por estos pasillos, y algunos de ellos usan placas con su nombre.”

Este artículo fue escrito originalmente por Scott Taylor, y fue publicado por ldschurchnews.com bajo el título: “’Angels are walking these hallways’: The ins and outs of the Brazil MTC

Comentarios
hola me gustaría que publiquen o envíen a mi correo el momento en que misioneros cantan el himno de brasil. mi hijo canta ahi y me gustaría tenerlo de recuerdo. gracias.
MONICA LOPEZ TUESTA

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