La descripción de Oliver Cowdry de “días que nunca se olvidarán” se aplica claramente tanto al año 2019 como al año 1820. En solo dos días de Conferencia General hemos sido informados de importantes cambios en la Iglesia, pero sobretodo de mensajes directos a nuestro corazón y a nuestra mente. Creo que así nos hablaría el Salvador si estuviera aquí en la tierra.
¿Qué sigue ahora?
Y ahora que hemos sido nutridos espiritualmente y que han sido respondidas nuestras preguntas del alma e incluso han llegado mensajes que ni siquiera pensábamos que necesitábamos, debemos ser guiados por una acción inspirada que nos motive a continuar hacia adelante.
Tal como dice Boyd Matheson de Deseret News, “la emoción de los “momentos asombrosos” es importante, pero los miembros deben tener cuidado de que los momentos no se conviertan en el final, porque son solo el catalizador de los comienzos inspirados”.
“No es emocionante, es inspirador”
Matheson nos ilustra cómo ha sido para él la forma en que la Conferencia General ha impactado:
“Después de la sesión del sábado por la tarde, mi esposa Debbie y yo salimos del Centro de conferencias con nuestros vecinos, Joe y Kendra Stiggins. Mientras conversábamos sobre los ajustes y la restauración en curso, Kendra comentó que todo es muy emocionante. Luego, corrigiéndose, dijo: “¡No, no es emocionante, es inspirador!”. En ese momento, me enseñó la diferencia entre un momento emocionante y una acción inspirada hacia adelante.
A lo largo de la historia, muchos han estado entusiasmados por los “momentos asombrosos”, pero nunca estuvieron lo suficientemente comprometidos con el trabajo duro y el trabajo pesado de crear movimientos inspirados hacia adelante.
En el meridiano de los tiempos, muchos vieron los milagros de Jesús, pero no estaban dispuestos a dejar de lado el pecado, el orgullo, la comodidad o el estado para seguir al Salvador como discípulos. Del mismo modo, durante los primeros días de la restauración, muchos se inspiraron en los “momentos asombrosos” de revelaciones, milagros, nuevas escrituras y la efusión del espíritu.
Lamentablemente, muchos se cayeron porque no eran resistentes o no tomaron las medidas necesarias para desarrollar un testimonio personal que los sostendría durante los días difíciles o los momentos difíciles.”
En esta Conferencia General, el profeta, los apóstoles y el resto de oficiales de la Iglesia además de inspirarnos nos han dado las instrucciones sobre la acción requerida para avanzar en el camino del convenio.
La misma invitación que el Señor le hizo a Pablo sigue vigente para nosotros: “Pero levántate y ponte sobre tus pies; porque para esto me he aparecido a ti” (Hechos 26:16). ¿Qué haremos ahora que hemos sido inspirados? ¿Cuáles serán las acciones que tomaremos para ir hacia adelante? Si deseas, puedes compartirlo con nosotros en los comentarios.
Fuente: The Church News