El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, se reunió con los jóvenes estudiantes del Centro de BYU en Jerusalén el viernes 21 de abril de 2023.
El apóstol se dirigió a ellos con un mensaje centrado en el Salvador. Les compartió que Su expiación puede ayudarlos a arrepentirse y recibir el perdón de sus pecados.
“El gran regalo es el sacrificio de Su Hijo, el amado Salvador. Es Jesucristo quien está en el centro y este gran dádiva llena mi corazón de una gran gratitud”.
Y como parte de su testimonio, el élder Uchtdorf enfáticamente declaró en ambas reuniones: “Doy testimonio de Él. Soy discípulo de Jesucristo”.
Asimismo, él expresó que como miembros de la Iglesia del Señor, somos testigos Suyos en todo lugar.
“El discipulado es un estado del ser, así que por favor sean esa persona que es un discípulo, que da testimonio con su vida, mediante sus acciones y a través de sus palabras”.
Mientras que su primer devocional el día viernes, fue dirigido a los estudiantes que terminaron su último año en la Universidad Brigham Young, el segundo realizado el sábado 22 fue para los miembros de las ramas de Jerusalén, Río Jordán y Tel Aviv en Jerusalén.
Durante el segundo devocional realizado el sábado 22 de abril, el élder Uchtdorf habló sobre el ministerio del Salvador en Jerusalén y Tierra Santa, y como Sus principios y enseñanzas no sólo nos bendicen en el presente sino que también nos preparan para el futuro.
Esta preparación también comprende la Segunda Venida de Cristo. El apóstol expresó:
“Él vendrá, eso es seguro y tenemos que estar preparados. La preparación no se da cuando Él esté por llegar, sin embargo, lo que es importante para mí es estar preparado para cuando pase por el velo de la mortalidad, tal vez mucho antes de que Él regrese”.
Al meditar en esto, el élder Uchtdorf compartió lo que esto significaba para él:
“Necesito estar preparado para poder caer de rodillas ante Él, besar Sus pies, agradecerle por Su sacrificio, por Su don para ayudarme a ser perfeccionado en Él. Eso es lo que más necesitamos, ser perfeccionados en Él”.
Asimismo nos recordó que por “nuestra propia fuerza no llegaremos a ser perfectos, es sólo a través de Cristo, que es nuestra fuerza”.
Recalcó una vez más que solo “por la gracia de nuestro Padre Celestial, seremos perfeccionados en Él”.
Finalmente, el élder Uchtdorf compartió:
“Todos deben entender que, independientemente de dónde estemos en el mundo, podemos seguir a Jesucristo en nuestras propias circunstancias personales y seguir sintiéndonos siempre cerca de Él y ser parte del cuerpo de la Iglesia”.
Fuente: Church News