5 cosas que hacen que las personas se alejen de la Iglesia de Jesucristo
Son muchas las razones por las que alguien toma la decisión alejarse de la Iglesia, sin embargo, hay mucho que podemos hacer para ayudar.
Hay personas que sienten un incomodidad o pasan por algún desafío y que piensan que la mejor solución es dejar atrás sus convenios, y aveces no nos damos cuenta que podemos ser la causa de tal sentimiento.
Aquí te compartimos las cinco cosas principales que hacen que las personas abandonen la iglesia de Jesucristo y lo que podemos hacer para cambiar eso.
1. Criticar y juzgar
¿El vestido de esa hermana es muy alto?
Ese hermano tiene barba o el cabello muy largo
¿Alguien no participó de la Santa Cena?
Él no viene a la capilla desde hace un mes
A esa hermana se le notan sus gárments
No cumple todos los mandamientos
¿Por qué vino con camisa blanca?
Hay muchas cosas que podemos observar en las personas que asisten a la Iglesia, pero uno de los malos hábitos que podemos desarrollar es juzgar a los demás, caer en las criticas solo porque pensamos que, de alguna manera, somos mejores miembros o más Santos de los Últimos Días.
Todos somos personas que buscamos ser más como Cristo y cada uno de nosotros nos encontramos en un proceso diferente.
No podemos permitir que nuestro hombre natural gane la batalla al enumerar los defectos de otra persona sin siquiera tomar en cuenta los nuestros.
En la Iglesia hay personas con desafíos y debilidades que luchan con sus adicciones y otras que tratan de moldear su carácter.
Hay personas que pasan por enfermedades mentales y otras que tienen discapacidades. Hay personas que cometen errores y otras que caen a diario.
En sí, hay toda clase de personas, pero ninguna perfecta como el Señor.
2. Chismes
No sabes lo que esta hermana me dijo…
Este hermano tiene problemas con esto…
Esto fue lo que pasó con su familia…
Esta persona me parece…
Otra de las cosas que podemos hacer es propagar las ideas o percepciones que tenemos sobre una persona con los demás.
Si alguien te cuenta sus problemas o desafíos es porque confía en ti, no lo hace para que lo comentes con los demás.
Esto incluye los temas que se trataron en entrevistas con los líderes, hermanos ministrantes y conversaciones con amigos y miembros de la Iglesia.
Antes de decir algo sobre otra persona, piensa por un momento y no lo hagas. Es así de fácil.
3. Remordimiento
No puedo asistir a la Iglesia después de todo lo que he hecho…
No me siento digno, es mejor que me aleje…
Siento que no pertenezco por todo lo que he hecho…
Mis pecados son demasiado graves…
Este punto es muy delicado, el remordimiento puede llevar a las personas a alejarse de la Iglesia porque sienten que sus pecados o faltas son imperdonables.
Si es que este es tu caso, respira por un momento. Ahora recuerda que no hay algo que hayas hecho que no pueda ser perdonado con la expiación y gracia de Jesucristo.
No dejes que la vergüenza o la duda se apodere de ti, puedes dejar atrás aquello que no te deja ser libre y empezar de nuevo.
Acude a tus líderes locales, ellos podrán ayudarte con lo que necesitas manteniendo el carácter confidencial del asunto.
No solo basta saber de la expiación, hay mucho más que viene de sentir el gozo que brinda, que en verdad podemos sentir el perdón del Salvador.
Recuerda, el verdadero arrepentimiento requiere que reconozcas la divinidad del Señor Jesucristo y la veracidad de Sus principios en estos últimos días.
4. Encontrar contenido en contra de la Iglesia de Jesucristo
Nunca pensé que la Iglesia hiciera esto…
Me siento engañado por la Iglesia…
Escuché este video de YouTube que habla mal de la Iglesia y creo que tiene sentido…
No hay respuestas a la pregunta que tengo, entonces todo es una mentira…
Una de las cosas que siempre debemos tener en cuenta es que somos responsables de nuestro bienestar espiritual.
Esto implica que debemos hacer las cosas básicas que hemos aprendido, cómo orar, leer y asistir a la capilla, con el fin de fortalecer nuestra relación con nuestro Padre Celestial y Su hijo.
Nuestro testimonio crece y se fortalece a diario, con cada acto que hacemos por seguir el ejemplo de Jesucristo en todas las cosas.
Cuando nuestro testimonio es débil, es posible que podamos dejarnos llevar por cualquier información incorrecta o comentario negativo en contra de la Iglesia y sus líderes.
Si bien hay preguntas que todavía no han sido contestadas, eso no significa que la veracidad del Evangelio restaurado de Jesucristo no haya llegado al mundo.
No sabemos cuándo estaremos preparados para recibir la plenitud el conocimiento de todas las cosas, pero tenemos la promesa de que un día así será.
Debemos ser pacientes con nosotros mismos, con las cosas que no sabemos y dudar primero de nuestras dudas antes que de nuestra fe.
La oración siempre será la clave más importante para este tipo de casos. Dejemos que la influencia del espíritu Santo guíe nuestros corazones
5. Resentimiento y ofensas
Aquella hermana me dijo…
El obispo no comprende mi situación…
Ese hermano no me saludó en la capilla…
No me llamaron cuando no fui a la Iglesia….
Aquel líder es un pecador…
Es muy fácil dejar que todo lo que no nos gusta nos ofenda o nos impulse a tomar la decisión de alejarnos de la Iglesia.
Lo cierto es que la Iglesia de Jesucristo no tiene personas perfectas, vienen a ella y aprenden los principios del Evangelio con el fin de mejorar con el tiempo. Esto no justifica que haya decisiones erróneas que se hayan tomado por parte de algunos miembros.
Por otro lado, las personas que conozcamos en la capilla no deberían de ser la única razón por la que vayamos a la Iglesia.
Nuestra razón primordial debería ser Jesucristo, acercarnos a Él para un día volver a la presencia de nuestro Padre Celestial.
Ahora, esto también nos lleva a pensar en el tipo de personas que somos con los otros miembros y amigos de la Iglesia.
¿Somos amables y bondadosos con los demás? ¿cumplimos a la perfección todos los mandamientos? ¿Estamos dispuestos a perdonar las faltas de los demás y dejar ir nuestro resentimiento? ¿Jesucristo es la razón por la que voy a la Iglesia?
Estas preguntas son un tanto difíciles, pero nos ayudarán a meditar en aquello que podemos cambiar y mejorar.
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