Tomé alcohol por curiosidad, pero no me emborraché, ¿debería decírselo al obispo?
La semana pasada, me reuní con unos amigos y trajeron una botella de vodka.
Ninguno de ellos me presionó a tomar alcohol, pero yo tenía curiosidad por saber cómo se sentía y tomé dos shots. Todavía conservaba el control de mis acciones. Sin embargo, me sentí un poco mareada.
¿Necesito hablar con mi obispo al respecto? ¿Puedo arrepentirme por mi propia cuenta o debe ser por la autoridad del sacerdocio?
No quiero que mis padres se enteren de esto, mi papá sirve en el obispado y no sé lo que se supone que haga.
Respuesta
Quiero que entiendas que todos cometemos errores. A veces, algunos son muy graves, como quebrantar la ley de castidad.
En otras ocasiones, estos errores son más leves como recibir una multa por conducir con exceso de velocidad o enojarse con un amigo y utilizar apelativos groseros en el calor del momento.
Si bien es comprensible que todos cometemos errores porque somos humanos, eso no significa que tengamos derecho a tomar malas decisiones siempre.
Quebrantar la Palabra de Sabiduría, aunque sea por curiosidad, es un error y va en contra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia.
Cuando se trata de cometer errores y quebrantar los mandamientos, siempre es mejor ser precavidos y hablar con nuestro obispo al respecto.
El obispo está para ayudarte, no para condenarte, con toda seguridad puedo decirte que ha escuchado cosas peores.
Puede ser incómodo hablarle sobre el consumo de alcohol, pero no debes preocuparte. Ha oído hablar de personas que usan drogas, fuman cigarrillos, beben alcohol, que han quebrantado la ley de castidad y más.
Así que, lo que le digas no lo sorprenderá y, como mencioné antes, a él solo le importa ayudarte y llevarte de vuelta al camino correcto.
Con respecto a que tu padre está en el obispado.
Si le haces saber a tu obispo que deseas que mantenga lo que confesaste en confidencialidad, probablemente no se lo cuente a tu padre, pero no estoy seguro.
No obstante, lo que sí te puedo asegurar es que solo algo bueno puede salir de tu entrevista con el obispo.
La confesión, como dicen, es buena para el alma y por el correo que nos enviaste, sé que te sientes mal por lo que hiciste, de lo contrario no nos hubieras escrito. Entonces, acudir al obispo hará que todos esos sentimientos desaparezcan.
Cuando confieses lo que hiciste, sentirás una sensación de alivio que ni siquiera puedo describir. Así que, te recomiendo que reserves una entrevista con él.
Estoy orando por ti.
Fuente: Ask Gramps