La inesperada llamada que ayudó a una iraní a convertirse a la Iglesia de Jesucristo
Después de su divorcio y perder la custodia de su hija, Nazanin se fue de Teherán, Irán a España, donde se mudó a la ciudad de Fuengirola.
Durante su estadía en aquel país europeo, Nazanin conoció a los misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días quienes le enseñaron el Evangelio restaurado.
Sin dudarlo, ellos cambiaron su vida.
Un nuevo comienzo
Nazanin no hablaba español fluidamente por lo que su comunicación con los élderes era en inglés. A medida que ella iba a aprendiendo más sobre el Evangelio, los élderes le regalaron un ejemplar del Libro de Mormón en su idioma natal, el farsi.
Nazanin asistía a la Iglesia, pero su progreso espiritual era lento debido a la barrera del idioma. Ella no lograba entender los convenios bautismales ni las doctrinas básicas.
Un llamada de inspiración
Al otro lado del país, el presidente Deere de la misión Málaga, España se puso en contacto con uno de sus ex misioneros que recientemente había culminado su misión y ahora vivía en Provo, Utah.
El presidente Deere y el élder Santiago habían conversado sobre la familia de Nazanin en los muchos correos que intercambiaron.
El misionero le dio al presidente su número personal para ayudarlo con algunas ideas para las lecciones de Nazanin.
Cuando el presidente Deere llamó a aquel número, una misionera le respondió en inglés, lo cual le causó mucha sorpresa. Él espera al élder Santiago.
“Soy la hermana Jones”, contestó la joven.
El Presidente Deere quedó confundido, no supo de qué manera la hermana Jones podría ayudarlo o porqué el élder Santiago le había dado el número de las misioneras. Ella, sin poder comprender el inglés del presidente, le pasó el teléfono a su compañera.
Aquella misionera le compartió que la hermana Jones era una misionera que trabajaba para las oficinas de la Misión Los Angeles, California y enseñaba las lecciones misionales en farsi por videollamadas.
No fue solo coincidencia
El presidente Deere quedó asombrado. Rápidamente, le compartió que había una hermana en Málaga, España que necesitaba ayuda para comprender el Evangelio y que esta llamada era la respuesta que estaba buscando de Dios.
Después de intercambiar información con la hermana Jones, el presidente Deere envió un correo electrónico al élder Santiago. Lo que descubrió lo cambió todo.
Él se enteró que había recibido un número equivocado. Todo había sido guiado y arreglado por el Señor sin si quiera saberlo.
A medida que pasaba el tiempo, cada uno de ellos llegó a sentir la impresión y la veracidad de lo que estaba sucediendo.
Durante las siguientes semanas, la hermana Jones respondió todas las dudas de Nazanin mediante las lecciones por videollamada, llegando así escuchar el Evangelio en su lengua materna. Con un testimonio en su corazón, ella se bautizó en la Iglesia de Jesucristo.
Para Dios no hay coincidencias, solo un cuidado por los detalles y las respuestas a las oraciones de cada uno de Sus hijos e hijas en el tiempo y momento adecuado.
El Padre Celestial puede hacer milagros sin tan solo se lo permitimos.
Fuente: LDS Living